El pensamiento positivo le ayudará usar las habilidades, entrenamiento y experiencia que ha
adquirido.
Ser positivo en su actitud le permite hacer las cosas mucho mejor que con una actitud negativa.
Debemos hacernos un chequeo constante del cuello hacia arriba, para evitar pensamientos destructivos
que al final pueden arruinar las buenas actitudes.
Lo que le sucede día a día es el resultado de sus pensamientos, si usted toma una mala actitud,
el efecto será amargura, tristeza, angustia y dolor. Por el otro lado, si usted opta por una buena actitud, el efecto será
alegría, paz, y seguridad.
Pablo
nos aconseja en Filipenses 4.8 lo siguiente. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo
lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad”.
Comencemos
hoy mismo a tomar en serio los concejos de la palabra de Dios, de esa manera viviremos en paz con nosotros mismos y por extensión
con las demás personas.
Dios
te bendiga.
Hno. Fredy Monterroza
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