“Como un hombre piensa en su corazón, así es él” (Proverbios
23:7)
No sólo abarca su ser, sino que llega a comprender cada condición y circunstancia de su vida.
Un hombre es literalmente lo que piensa, siendo su carácter la suma de todos
sus pensamientos. Sus pensamientos pueden hacer que su vida sea un paraíso aquí en la tierra o un infierno, todo va a depender
de forma que desarrolle sus pensamientos. Existen pensamientos puros que solo admiten el bien para su vida como para la vida
de los demás seres humanos, pero también existen los pensamientos impuros, aquellos que te llevan hacer cosas que indignas
que producen dolor y tristeza para ti y para los que te rodea.
Así como una planta brota de su semilla, y no podría ser de otra manera, así cada acción de un hombre brota de las semillas invisibles del pensamiento,
y no podrían existir sin ellas. Lo anterior es aplicable por igual a aquellos
actos considerados “espontáneos” y “no premeditados” como
a aquellos que son deliberadamente ejecutados.
Somos lo que pensamos y como dice el texto de introducción. Como un el párrafo de introducción:
Como un hombre piensa en su corazón, así es él. Tu forma de pensar puede hacer de ti la persona más feliz sobre el planeta
o la persona más desdichada.
Bendiciones
Hno. Fredy Monterroza
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