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La formación del canon.  El término canon originalmente significaba una vara y luego una regla para medir, luego llegó a significar una regla o norma. Cuando hablamos del canon del Nuevo Testamento queremos decir la lista autorizada de los escritos cristianos que la iglesia ha aceptado como escritos que fueron inspirados divinamente. Hay 27 libros en el Canon del Nuevo Testamento. A otros escritos de ese periodo cristiano se les llamaba "escritos no canónicos".

 

1. Los principios de un canon.

 

A. La colección de los libros. El primer paso en la formación de un canon tuvo que ser la colección de los libros que habían sido escritos. Probablemente la primera colección consistió en las epístolas de Pablo. El profesor Goodspeed opina que la aparición de Hechos causó que algún admirador de Pablo se diera "o iniciara" al importante proyecto de reunir las cartas del gran apóstol. Por ejemplo, podemos imaginar que alguien en colosas empezara con la carta a esa iglesia en esa ciudad, así con la nota personal a Filemón, en cuya casa se congregaba la iglesia. No lejos de allí en Efeso encontraría otra epístola y en la Europa continental encontraría una epístola en Filipo, dos en Tesalónica y una en Corinto. Siguiendo su viaje hasta llegar a Roma obtendría la carta muy importante que Pablo envió a los cristianos en esa ciudad. De regreso en Asia Menor buscaría la carta escritas a las iglesias en la provincia de Galacia. En Efeso también habría encontrado las dos cartas a Timoteo, y en Creta la que Pablo le envió a Tito. Así habría reunido las trece epístolas de Pablo. Claro que la colección de los cuatro evangelios no pudo haberse hecho sino hasta después de haber escrito el evangelio de Juan, casi al fin del primer siglo. Pero tal colección probablemente se hizo en los primeros 25 años del segundo siglo. Efeso habría sido el lugar más lógico para reunir los evangelios dado que Juan escribió el último de ellos en esa ciudad. También es posible que en Asia Menor haya sido el lugar donde el resto de los libros de Nuevo Testamento fue coleccionado por primera vez.

 

B. Los primeros volúmenes encuadernados.  Probablemente cada uno de los libros del Nuevo Testamente fue escrito en un rollo de papiro, o pergamino. Hasta fechas recientes los eruditos habían dado por sentado que estos pergaminos circularon separadamente durante los primeros 300 años. La razón de ello es que los primeros volúmenes encuadernados de la Biblia griega data del siglo cuarto. Pero hace aproximadamente 25 años se hizo un descubrimiento importante que cambió esta opinión. Unos eruditos encontraron muchas hojas de un volumen de papiro, encuadernado, de las epístolas de Pablo y también hojas de otros volúmenes que contenían los cuatro evangelios. Ambos volúmenes datan del siglo tercero. Parece obvio que el Nuevo Testamento circuló en el tercer siglo y también probablemente en el segundo - en cuatro volúmenes. Los evangelios formaban uno, las epístolas de Pablo el segundo, las epístolas generales el tercero y Apocalipsis el cuarto. Hechos venia algunas veces con los evangelios y a veces con las epístolas generales. En nuestros primeros manuscritos griegos está relacionado estrechamente con estas últimas. Esta es la razón por la que las epístolas generales vienen después de Hechos en el testamento en griego de Wescott y Hort.

 

2. Razones de la formación del canon.  Al principio la iglesia no vio la necesidad de decidir cuales escritos cristianos debían ser aceptados como los que tenían autoridad. Pero pronto se suscitaron situaciones que recalcaron la necesidad de hacer una diferencia entre los libros que se aceptaban divinamente inspirados y los que no se consideraban así. Por ende, gradualmente fue apareciendo el concepto de un canon del Nuevo Testamento.

 

A. El canon de Marcion.  Al rededor de la mitad del segundo siglo vivió en Roma un hombre llamado Marcion. Aparentemente había aceptado las enseñanzas de los gnósticos, de que toda la materia es mala y todo espíritu es bueno. Esto lo llevó la rechazar el Antiguo Testamento con su historia de la creación, y a postular que el Dios del Antiguo Testamento no es el ser supremo verdadero. Lo que es mas, de los escritos del Nuevo Testamento aceptaba solo el evangelio de Lucas y diez epístolas de Pablo "excluyendo las pastorales". Puesto que los dos primeros capítulos de Lucas describen el nacimiento humano de Jesús, los eliminó del evangelio. Debido a que Marcion era un hombre de gran influencia, la iglesia se vio en la necesidad de confrontar el canon limitado de él con uno más completo y más correcto. Los eruditos generalmente están de acuerdo en que esta acción fue uno de los primeros factores que causó que los líderes cristianos le dieran atención al asunto de un canon ortodoxo.

 

B. Uso de los libros Apócrifos. Aun en el seno de la cristiandad ortodoxa había diferencia de opinión en cuanto a algunos libros. La iglesia de Alejandría, Egipto, fue constante en su actitud generosa hacia el asunto de la canonicidad. Libros apócrifos tales como la primera epístola de Clemente a los Corintios, el Didache, la epístola de Bernabé, y el Pastor de Hermas fueron aceptados ampliamente y usados en las iglesias orientales, como escrituras santas. De hecho, los dos últimos se encuentran al final del gran manuscrito del siglo cuarto, el Sinaitico, y la primera epístola de clemente esta al fin del manuscrito Alejandrino del "siglo quinto", que en uno de los tres manuscritos griegos mas antiguos en existencia. El otro manuscrito del siglo cuarto, el Vaticano, carece de su última parte, fue suficientemente serio que eruditos sobresalientes como Clemente de Alejandría "alrededor del año 195" y Orígenes "alrededor del año 220" hayan citado esos libros como si fueran escrituras inspiradas. Pero el problema verdaderamente se volvió agudo cuando los escritores heréticos participaron a usar ciertos libros apócrifos en sostén de sus ideas erróneas. Puede verse fácilmente que la iglesia tuvo que decidir cuales libros serian aceptados como autorizados para la formación de la teología, y cuales habían de ser excluidos. Este proceso de canonización continuó durante los siglos segundo, tercero y cuarto.

 

C. Edicto de Diocleciano.  En el año 303 el emperador Dioclesiano dio un edicto decretando que debían quemarse todos los escritos sagrados de los cristianos. Eso suscitó la pregunta: ¿Porque libros debía uno arriesgar su vida? Los cristianos tuvieron que decidir si era prudente ser un mártir por poseer un ejemplar del Pastor de Hermas, por ejemplo, si el libro realmente no era parte de las Santas Escrituras. De modo que la persecución tuvo parte el acelerar la formación de un canon del Nuevo Testamento.

 

3. Medidas de la canonicidad. El Dr. Thiesen ha dado un buen resumen de los factores involucrados en determinar si un libro debe ser aceptado o rechazado como santas escrituras. Da una medida de cuatro pruebas o medias de canonicidad que son.

 

A. Apostolicidad.  ¿Fue el libro escrito por un apóstol, o cuando menos bajo la influencia directa de un apóstol? En lo que toca a los evangelios, se aceptarían como composiciones de los apóstoles de ese nombre. La tradición más temprana de la iglesia conectaba el evangelio de Marcos con Pedro y el de Lucas con Pablo. Parece probable que esta haya sido la prueba o medida que se le aplicó a cada uno de los 27 libros de nuestro Nuevo Testamento.

 

B. Contenido.  ¿Era el contenido del libro indudablemente de elevado carácter espiritual?  Es probable que los libros apócrifos fueran eliminados uno por uno sobre la base de esta pregunta. Cualquier persona puede hoy leer estos libros cristianos no-canónicos y ver por si misma el juicio de la Iglesia Primitiva, guiada por el Espíritu Santo. En la mayoría de los casos, el contraste entre los libros canónicos y los apócrifos es tan notable que no deja lugar alguno para dudas.

 

C. Universalidad. ¿Fue el libro recibido universalmente en toda la iglesia? Algunos libros apócrifos que habían sido aceptados en el oriente fueron eliminados por esta razón, de que habían sido rechazados en el oeste. Libros disputados como la epístola a los Hebreos fueron canonizados cabalmente porque todas las secciones de la iglesia los aceptó al final.

 

D. Inspiración. Claro que la última prueba fue la inspiración. Solo esos libros que dieron evidencia adecuada de haber sido inspirados divinamente lograron admisión al canon. Sin duda alguna el Espíritu Santo guió a la Iglesia Primitiva a seleccionar esos mismos libros que había inspirado.

 

4. Historia del canon. Los escritores de la primera parte del segundo siglo como Ignacio y Policarpo citan frecuentemente a muchos de los libros del Nuevo Testamento. Justino Mártir alrededor del año 150 hace alusión a 14 de nuestros 27 libros. Al fin de ese siglo Ireneo, Clemente de Alejandría y Tertuliano Exhiben un conocimiento de casi todo el Nuevo Testamento. El canon Muratori alrededor del año 200. En el tercer siglo, Orígenes clasificó los libros del Nuevo testamento en dos categorías: Los reconocidos y los disputados. En el segundo grupo colocó a Santiago, II Pedro, II y III Juan, y Judas. En esta clasificación lo siguió Eusebio, autor de la primera gran Historia de la Iglesia (326 D.C.). En aquel tiempo también se disputaba la clasificación de hebreos y Apocalipsis, la primera en el oeste y la segunda en el este.

Finalmente, al fin del siglo cuarto, el concilio de Cartago (397 D.C.), decidió oficialmente los límites del canon del Nuevo Testamento, adoptando oficialmente nuestros 27 libros. Todos los demás quedaron fuera del canon, y se prohibió su uso en las iglesias. 

Hno. Fredy Monterroza.

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