Bienaventurados los
que lloran, porque ellos serán consolados (Mateo 5.4)
El Espíritu del Señor Jehová está sobre
mí, porque me ha ungido Jehová. Me
ha enviado para anunciar buenas nuevas
a los pobres, para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura
de la cárcel, para proclamar el año de la buena voluntad de Jehová y el día de la venganza de nuestro Dios, para consolar
a todos los que están de duelo, para proveer a favor de los que están de duelo por Sión y para darles diadema en lugar de
ceniza, aceite de regocijo en lugar de luto y manto de alabanza en lugar de espíritu desalentado. Ellos serán llamados robles
de justicia, plantío de Jehová, para manifestar su gloria. (Isaías 61.1-3)
Oí una gran voz que procedía del trono
diciendo: “He aquí el tabernáculo de
Dios está con los hombres, y él habitará
con ellos; y ellos serán su pueblo, y
Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las
primeras cosas ya pasaron.” (Apocalipsis 21.3-4)
Lea estos pasajes
relacionados:
NEHEMÍAS 8:1-12; ECLESIASTÉS 3:1-8; SALMO 119:49, 50; LUCAS 6:21;
2 CORINTIOS 1:3-7; 7:8-11
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