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La llenura del Espíritu
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La llenura del Espíritu Santo  tiene diferentes fases que podremos apreciarlas en los próximos ejemplos.

 

La primera puede ser descrita como un hecho soberano de Dios por el cual Él llena con su poder a alguien para una actividad especial. Esto lo expresa la frase griega pimplemi pneumatos agiou, y nos muestra la importancia de ser lleno del Espíritu, más bien que el estado que resulta de esa llenura. La importancia de ser llenos debe ser la meta de cada siervo y sierva de Dios, ya que el resultado de ese estado es lo que glorifica a Dios. Veamos los siguientes ejemplos bíblicos.

 

Lucas 1:15 “Porque él será grande delante del Señor; no beberá ni vino

 

Juan el Bautista es lleno del Espíritu Santo, aun antes de su nacimiento para desempeñar un llamado específico al ministerio.

 

Otro versículo importante lo encontramos también en Lucas 1.41 “Y aconteció que cuando Elizabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elizabet fue llena del Espíritu Santo.

 

En el versículo 67 de Lucas capitulo 1 podemos ver como Zacarías es también lleno del Espíritu Santo. Veamos las palabras que Zacarías expreso cuando fue lleno del Espíritu Santo. Cada palabra fue la inspiración por medio del Espíritu.

 

V.67 Entonces su padre Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó:

«Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a redimiri a su pueblo. Nos envió un poderoso salvador en la casa de David su siervo  (como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas),  para librarnos de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos aborrecen; para mostrar misericordia a nuestros padres al acordarse de su santo pacto. Así lo juró a Abraham nuestro padre: nos concedió que fuéramos libres del temor, al rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para que le sirviéramos con santidad y justicia, viviendo en su presencia todos nuestros días.  Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para prepararle el camino.  Darás a conocer a su pueblo la salvación mediante el perdón de sus pecados,  gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios. Así nos visitará desde el cielo el sol naciente, para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible oscuridad, para guiar nuestros pasos por la senda de la paz.»  El niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó públicamente al pueblo de Israel. (Lucas 1.67-80) NVI

 

Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. (Hechos 2.4)

 

En el versículo 8 observamos el poder del Espíritu Santo sobre Pedro y en los siguientes versículos vemos el resultado de esa llenura.

 

            8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes y ancianos del pueblo, 9 si se nos está interrogando hoy por causa del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste ha sido sanado,10 sabed todos vosotros, y todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos, por El, este hombre se halla aquí sano delante de vosotros.11 Este Jesús es la piedra desechada por vosotros los constructores, pero que ha venido a ser la piedra angular. 12 Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.

 (Hechos 4.8--12)

 

En el versículo 31 podemos ver nuevamente al grupo del día de Pentecostés siendo llenos del Espíritu Santo.

 

            Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor. (Hechos 4.31)

 

Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo. (Hechos 9.17)

 

V. 9 Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en él, 10 dijo: Tú, hijo del diablo, que estás lleno de todo engaño y fraude, enemigo de toda justicia, ¿no cesarás de torcer los caminos rectos del Señor? 11 Ahora, he aquí, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo. Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano. 12 Entonces el procónsul, cuando vio lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor. Por favor lea Hechos capitulo 13.9

 

 

Como ha podido observar que la llenura fue experimentada por algunas de las mismas personas más de una vez y sin fuera necesario que ellos estuvieran en pecado, lo cual pudiera haber hecho necesario que la llenura se repitiera, pero no fue ese el caso. La secuencia de ese poder del Espíritu se debió a una nueva necesidad de servicio especial, no a la intervención del pecado (Hechos 2:4; 4:8, 31). Además, hemos visto en los versículos anteriores que Dios hizo esto como un hecho soberano, sin imponer condiciones sobre aquellos que habían de ser llenados.

 

La segunda fase de la llenura del Espíritu Santo puede describirse como la influencia y control extensivo en la vida del creyente. Es la evidencia de un estado de llenura permanente, en vez de un evento específico. Produce un carácter firme en la vida de los siervos y siervas del Señor, y podríamos decir que es un sinónimo de  carácter espiritual. Se indica por la frase griega plere o pleroo pneumatos agiou. Lo podemos ver en Lucas 4:1 que Dice: Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el desierto.” (Jesucristo).

 

Hechos 6:3,5 leemos: “Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea. Lo propuesto tuvo la aprobación de toda la congregación, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía.” Estos fueron los primeros ayudantes de los apóstoles.

 

Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios. (Hechos 7.55)

 

Porque era un hombre (Bernabé) bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor. (Hechos 11.24)

 

Y los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu SantoEl hombre que ha sido lleno del Espíritu esta con gozo constante y la fuerza del Espíritu con él.

 

Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, sino sed llenos del Espíritu. (Efesios 5.18). Aquí Pablo hace un llamado a los creyentes para buscar la llenura del Espíritu Santo y no perder nuestro tiempo en cosas que no edifican.

 

Esta fase de la llenura del Espíritu Santo es el carácter más  excelente que pudiéramos tener, y es algo que todo creyente puede experimentar como lo vimos en Hechos 13:52, pero en realidad no es algo que todo creyente experimenta, y esto no es culpa de Dios, mas bien tiene que ver con la forma que el creyente busca y anhela la llenura del Espíritu, anteriormente pudimos ver que cuando los apóstoles eligieron a los que iban ha estar encargados de servir a las mesas, tuvieron que escoger de entre la congregación a hombres llenos del Espíritu porque no todos estaban tenían la llenura del Espíritu Santo, lea nuevamente Hechos 6:3. Aunque no vemos requisitos específicos y porque no se mencionan en estos contextos, los requisitos normales para el crecimiento cristiano serían las condiciones para obtener esta clase de carácter.

 

La única vez que Pablo escribió de la llenura (Ef. 5:18), enfatizó este aspecto de estar lleno. Puesto que él lo mandó, puede ser que no pensara que todos sus lectores habían experimentado el ser llenos del Espíritu. Ahora, cuando estudiamos este versículo surgen dos preguntas.

La primera pregunta que viene a nuestra mente es, ¿Cuál es el significado de “espíritu”? ¿Se refiere al Espíritu Santo, o al espíritu humano? Si se trata de este último, entonces podemos interpretar este versículo para decir que se haga uso del espíritu humano en la adoración corporal, aunque no hay  otra referencia a la llenura del espíritu humano. Y, las otras veces que las vemos en pneumati, en Efesios (2:22 que dice: “En quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

 

Otra referencia la vemos en Efesios 3.5 “Que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu”. Y el siguiente versículo también de Efesios 6.18 dice: “Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos.”

 

El cual también nos informó acerca de vuestro amor en el Espíritu. (Col. 1.8)

 

Todas estas referencias bíblicas tienen que ver claramente con el Espíritu Santo. Así que podemos suponer que Pablo también se refiriera al Espíritu Santo en Efesios 5:18. Observe que en Efesios 3.19 el verbo pleroo se usa con relación a Dios y Efesios 4.10 se refiere al Jesucristo el hijo de Dios. ¿Por qué habría de cambiar Pablo al espíritu humano en Efesios 5:18? (Para un punto de vista que afirma que es el espíritu humano, podemos creer que la idea del apóstol es dar a entender que se trata del Espíritu Santo.

 

La segunda pregunta que nos concierne es el uso de en. ¿Significa con el Espíritu, o por el Espíritu? En otras palabras, ¿es el Espíritu el contenido, o el agente de nuestra llenura? En este caso puede tener cualquiera de los dos o ambos significados. Para tener una idea de “contenido” veamos 2 Corintios 7:4 que dice: “Mucha es mi confianza en vosotros, tengo mucho orgullo de vosotros, lleno estoy de consuelo y sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción.”

 

 Podemos entender que el Espíritu Santo es el agente que nos llena de Sí mismo. La llenura del Espíritu es a la vez la investidura del poder soberano de Dios para una actividad especial y el Espíritu que nos llena de Su propio carácter.

 

LAS CARACTERISTICAS DE LA LLENURA DEL ESPIRITU

 

A. Carácter como el de Cristo (Gálatas 5:22-23)

 

Cuando el Espíritu Santo esta en control en la vida de la persona, Su fruto se producirá en esa persona. Y, por supuesto, la descripción del fruto del Espíritu es una característica de ser semejante a Cristo. Sin embargo, cada una de estas características tiene que considerarse en todos sus aspectos, no solamente una fase que es compatible con nuestras ideas de lo que es ser como Cristo.

 

Indudablemente algunos cristianos conciben el ser como Cristo como un reflejo de sus propias personalidades. Un cristiano introvertido probablemente pensará de nuestro Señor Jesucristo como un ser tímido, mientras que un extrovertido lo verá como un líder agresivo. Cuando se definen completamente las nueve palabras que componen la lista del fruto del Espíritu, tenemos un cuadro completo de lo que verdaderamente es ser semejante a Cristo.

 

Por ejemplo, el amor no solo se compone de ternura, pero algunas veces también de severidad. Podemos mirar un buen ejemplo en Jesucristo cuando trataba con ternura a los niños, pero observamos severidad cuando echó del templo a los cambistas. Pero ambos hechos dejan ver la demostración de Su amor, porque el Señor es Dios, y Dios es amor.

 

El gozo no sólo se manifiesta en la felicidad sino también en la tristeza como se puede apreciar en 1 Pedro 1:6 que dice: “En lo cual os regocijáis grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempob si es necesario, seáis afligidos con diversas pruebas.”

 

La paz incluye la tranquilidad, pero puede implicar también problemas en las relaciones humanas, veamos el siguiente versículo. En lo cual os regocijáis grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempob si es necesario, seáis afligidos con diversas pruebas. (Mateo 10:34).

 

La longanimidad significa ecuanimidad y paciencia pero no excluye cierta reprensión como el Señor hizo con Felipe, veamos Juan 14:9 que dice: “Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo he estado con vosotros, y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”?

 

 La gentileza y la bondad significan pensamientos y acciones benefactoras, lo que pudiera incluir también echar cerdos al mar de Galilea como un acto de bondad hacia las personas que estaban involucradas en ese negocio ilegal. Cuando Jesús llegó al otro lado, a la región de los gadarenos, dos endemoniados le salieron al encuentro de entre los sepulcros. Eran tan violentos que nadie se atrevía a pasar por aquel camino.  De pronto le gritaron: ¿Por qué te entrometes, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí a atormentarnos antes del tiempo señalado? A cierta distancia de ellos estaba paciendo una gran manada de cerdos.  Los demonios le rogaron a Jesús: Si nos expulsas, mándanos a la manada de cerdos. Vayan les dijo. Así que salieron de los hombres y entraron en los cerdos, y toda la manada se precipitó al lago por el despeñadero y murió en el agua.  Los que cuidaban los cerdos salieron corriendo al pueblo y dieron aviso de todo, incluso de lo que les había sucedido a los endemoniados.  Entonces todos los del pueblo fueron al encuentro de Jesús. Y cuando lo vieron, le suplicaron que se alejara de esa región”. NVI (Mateo 8:28–34).

 

La fidelidad implica servir con regularidad y formalidad, pero puede que incluya una acción irregular. La fidelidad es la capacidad espiritual, el poder o la virtud de dar cumplimiento a las promesas. También se puede decir que la fidelidad es la capacidad de no engañar, no traicionar a los demás. Es un valor moral que faculta al ser humano para cumplir sus promesas y compromisos.

 

La mansedumbre es ser amable, pero no excluye la masculinidad. El dominio propio  para el beneficio de la vida.  Sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado. (1 Corintios 9:27).

 

La Implicación evangelística.

 

Cuando la llenura del Espíritu se menciona en el libro de los Hechos, podemos ver con toda claridad las conversiones de las personas que se arrepienten de sus pecados y se vuelven a Dios. La llenura del Espíritu en el día de Pentecostés muestra la conversión de 3.000 personas. “Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas.” (Hechos 2.4, 41)

 

La llenura de los discípulos en hechos 4:31 “Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor. Esta llenura resultó en que multitudes de hombres y mujeres se convirtieran al Señor como podemos apreciarlo en hechos 5:14 que dice: Y más y más creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían constantemente al número de ellos.”

 

 Uno de los requisitos para escoger a los primeros servidores fue que fueran llenos del Espíritu, veamos hechos 6:3 Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea.” A esto siguió la conversión de varios sacerdotes como se ve en hechos 6.7 “Y la palabra de Dios crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.”

 

El mismo apóstol Pablo fue lleno del Espíritu después de su conversión, y el fruto de su vida se conoce bien. Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.” (Hechos 9.17)

 

Cuando Bernabé, que estaba lleno del Espíritu Santo, fue a Antioquía, muchos se convirtieron. “Porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.” (Hechos 11.24)

 

            Al oír ellos esto, unánimes alzaron la voz a Dios y dijeron: Oh, Señor, tú eres el que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay.” (Hechos 4.24)

 

“No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido.” Hechos 4.34).

 

            El resultado de los que oraron y los que dieron de sus posesiones fue la consecuencia de la llenura del Espíritu. Que maravilloso es el cambio que produce ser lleno del Espíritu Santo y los resultados en el beneficio de las personas. Las conversiones es el resultado también de esa llenura.

 

Alabanza, adoración, acción de gracias, sumisión (Efesios 5:19-21)

 

Pablo hace una lista de estas cuatro evidencias de la llenura del Espíritu después de escribir el mandamiento de ser llenos en el versículo 18. La alabanza se expresa externamente por hablar entre ellos con salmos, himnos y cánticos espirituales. Cantar y alabar en el corazón evidencia una actitud interna de adoración. Dar gracias debe considerarse en la forma más inclusiva posible, y fue escrito por un hombre que en esa ocasión estaba en arresto domiciliario en Roma, en espera de ser juzgado. Sumisión en las relaciones de la vida (esposo/esposa, padres/hijos, amos/esclavos) es también característica de la vida llena del Espíritu. Observe que todas estas cosas son muy comunes que afectan  la vida de las personas y no son acontecimientos extraordinarios de fuerza espiritual.

 

¿COMO PUEDO SER LLENO DEL ESPIRITU?

 

No existe ejemplo alguno de oración por la llenura del Espíritu en el material del Nuevo Testamento posterior al día de Pentecostés. Así que el orar, por muy sincero que se haga, aparentemente no es la forma de ser llenado.

 

Si la llenura se refiere al control del Espíritu en la vida de uno (ya sea en el sentido de que Dios soberanamente tome a una persona o de un control permanente que resulta en el carácter), entonces la llenura se relaciona con la sumisión o entrega de cada persona. Cuando yo estoy dispuesto a permitir al Espíritu que haga lo que El desee, es decisión Suya el hacer conmigo lo que a Él le plazca. Yo puedo controlar mi deseo pero no puedo manipular Sus actividades.

 

A medida que uno crece espiritualmente, su conocimiento y perspectivas se profundizan y se amplían. Saldrán a la luz nuevas áreas que necesitan ser sometidas. Por lo tanto, las personas llenas del Espíritu necesitan ser llenadas nuevamente según continúen madurando en el Señor. Pero ningún creyente debe sentirse satisfecho si no es llenado en cada etapa de su crecimiento espiritual.

 

Concluimos con la llenura del Espíritu es una experiencia que se repite constantemente según la persona continué madurando en el Señor. Esta llenura se puede perder, pero también se puede seguir repitiendo de acuerdo a la sumisión y entrega de cada creyente.

 

Bendiciones.

Hno. Fredy Monterroza.

 

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