Introducción:
El surgimiento y propagación del pentecostalismo con
su tremendo énfasis en los ministerios del Espíritu Santo, y el crecimiento del dispensacionalismo en las obras del Espíritu
son características de esta edad, eso ha hecho que muchas personas llamen al siglo veinte, el siglo del Espíritu Santo. La
preocupación por la evangelización del mundo acentuó la necesidad de conocer el poder del Espíritu Santo para lograr esta
tarea. Aunque el énfasis en la obra del Espíritu ha sido algo bueno, no siempre se ha orientado bíblicamente; por lo tanto,
hoy existe una necesidad aun mayor de prestar atención a la enseñanza bíblica sobre este tema.
I. EL ESPIRITU SANTO ES UNA PERSONA
Muchas veces se pone en duda que el Espíritu sea una
persona, se niega expresando el concepto de que Él es una personificación, una fuerza, del poder de Dios. Esta negación de
Su personalidad ha ocurrido a través de la historia de la iglesia, primero por los monarquianos, los arrianos, y hoy por los unitarios, los liberales, y algunos teólogos neoortodoxos.
A. El Espíritu Santo posee y exhibe los atributos de una persona
1. El Espíritu Santo tiene inteligencia. Conoce y escudriña las cosas de Dios.
Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. Porque
entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombrea que está en
él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios. (1 Corintios 2:10–11)
1.1. El Espíritu Santo posee una mente
Y aquel que escudriña los corazones sabe cuál es el sentir del Espíritu, porque Él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios. (Romanos 8.27)
1.2. El Espíritu Santo enseña a las personas.
De lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana,
sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales. (1 Corintios 2.13)
2. El Espíritu Santo posee sentimientos El Espíritu puede ser contristado por las acciones de los cristianos, si
fuera solo una fuerza no pudiera ser contristado.
Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el
cual fuisteis sellados para el día de la redención. (Efesios 4.30)
2.1. El Espíritu Santo tiene voluntad
Esta voluntad la usa al repartir dones a la iglesia o cuerpo de Cristo.
Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidad por el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversas clases de lenguas, y a otro, interpretación
de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno según la voluntad
de Él. (2 Corintios 12.10)
2.2. El Espíritu Santo dirige actividades
Pasaron por la región de Frigia y Galacia, habiendo sido impedidos por el Espíritu Santo de hablar la palabra en Asia, y cuando
llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Y pasando por Misia, descendieron a Troas. Por la noche se le mostró a Pablo una visión: un hombre de Macedonia
estaba de pie, suplicándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando tuvo la visión, enseguida procuramos ir a Macedonia, persuadidos
de que Dios nos había llamado para anunciarles el evangelio. (Hechos 16.6-10)
Algo importante que debemos tomar en cuenta es que, si el Espiritu Santo
posee estos atributos de sentimientos, inteligencia, voluntad debe entonces ser una persona.
B. El Espíritu Santo realiza las acciones de una persona. Veamos las siguientes porciones de la Biblia.
1. El Espíritu Santo nos guía a la verdad, oye, habla, y hace saber.
Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad,
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. (Juan
16.13)
1.2. El Espíritu Santo convence de pecado (Juan 16:8).
Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. (Juan 16.8)
1.3. El Espíritu Santo hace milagros (Hechos 8:39).
Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso. (Hechos 8.39)
1.4. El intercede (Romanos 8:26).
Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad;
porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. (Romanos
8.26)
Como vemos estas son actividades que solo pueden ser realizadas por una
persona. Si el Espíritu Santo fuera solo una fuerza, no pudiera hacer ninguna de las actividades que ya hemos mencionados,
por lo tanto, y por medio de las Sagradas Escrituras podemos ver que el Espíritu Santo es una persona real.
C. Al Espíritu Santo se le atribuye lo que sólo se le podría adscribir o
asignar a una persona.
1. Se puede obedecer al Espíritu Santo
Y mientras Pedro meditaba sobre la visión, el Espíritu le dijo: Mira,
tres hombres te buscan. Levántate, pues, desciende
y no dudes en acompañarlos, porque yo los he enviado. Pedro descendió a donde
estaban los hombres, y les dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? (Hechos 10.19-21)
1.1. Se puede mentir al Espíritu Santo
Mas Pedro dijo: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanása
tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del terreno? Mientras estaba sin venderse, ¿no te pertenecía? Y después
de vendida, ¿no estaba bajo tu poder? ¿Por qué concebiste
este asunto en tu corazón? No has mentido a los hombres sino a Dios. (Hechos 5.3-4)
El Espíritu es una persona y mas que una persona es parte de la divina
trinidad de Dios. Pedro es bien claro al declarar que Ananías a tratado de mentir al Espíritu, pero no ha podido, porque
el Espíritu todo lo escudriña.
1.2. Se puede resistir al Espíritu Santo
Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazóna
y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros. (Hechos 7.51)
1.3. El Espíritu Santo puede ser contristado
Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el
cual fuisteis sellados para el día de la redención. (Efesios 4.30)
Es interesante ver a través de las Sagradas Escrituras como se puede entristecer
al Espíritu Santo, como cuando a una persona le hacen algo indebido y a causa de ello la persona se siente mal. Podemos entristecer
al Espíritu Santo por medio de malas acciones. Podemos declarar con toda confianza que el Espíritu Santo es una persona real.
1.4. La blasfemia contra el Espíritu Santo
Por eso os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres,
pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada.
(Mateo 12.31)
Algo que toda persona debe tomar en cuenta y meditar cada vez que dice
algo contra el Espíritu Santo, es la seriedad con que Dios mismo enfatiza que todo pecado puede ser perdonado, solo el pecado
de despersonalizar al Espíritu no será perdonado. Esto nos muestra la realidad de esa maravillosa persona del Espíritu.
1.5. El ultraje al Espíritu Santo
¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus
pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu
de gracia? (Hebreos 10.29)
Si el Espíritu Santo no fuera una persona, esta advertencia de castigo en contra de aquellas personas que se atreven
a ultrajarlo estuviera demás en la Biblia. Muchos dicen que la Biblia es un libro común y corriente como cualquier libro,
pero si se pusieran a pensar que es el único libro que no ha desaparecido durante cientos de años y que es el único libro
que ha sido traducido a cientos de idiomas en todo el mundo y sigue siendo el libro mas afamado y usado que cualquier otro
libro escrito. Muchos libros por escritores famosos han surgido y con el tiempo ha desapareado, pero no así con la Biblia.
Jesús dijo: “el cielo y la tierra pasaran pero su palabra permanecerá para siempre.
D. El Espíritu Santo se relaciona como persona con otras personas
1. La relación del Espíritu Santo con los apóstoles
Porque pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponeros mayor carga que estas cosas esenciales.
(Hechos 15.28)
Los apóstoles tenían buen conocimiento del Espíritu, tanto que, no tomaban
ninguna decisión sin la presencia y decisión directa del Espíritu Santo. Si observamos
bien el versículo anterior podemos apreciar que la decisión que los apóstoles tomaron fue el resultado de la decisión del
Espíritu Santo.
1.2. La relación del Espíritu Santo con Jesucristo
El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber. (Juan 16.14)
Podemos observar esta relación del Espíritu Santo con el Señor Jesucristo, como una relación única en la que existe
una excelente confianza entre ambos. Si nosotros o cualquier otra persona cree que el Señor Jesús fue una persona de la misma
manera podemos determinar por lógica que el Espíritu también es una persona.
1.3. La relación del Espíritu Santo con la Trinidad
Id, pues, y haced discípulosa de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Mateo 28.19
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. (2
Corintios 13.14)
Aquí vemos que el Espíritu Santo tiene la misma autoridad que el Dios Padre, Dios Hijo. En otras palabras el Espíritu
es una persona y Dios al mismo tiempo. Los tres conforman la Trinidad.
1.4. El Espíritu Santo y su poder
Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y las nuevas acerca de Él se divulgaron por toda aquella comarca. (Lucas 4.14)
Vosotros sabéis cómo Dios ungió a Jesús
de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando
a todos los oprimidos por el diablo; porque
Dios estaba con Él.
(Hechos 10.38)
Y ni mi mensaje ni mi predicación
fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder. (1 Corintios 2.4)
Vemos por medio de estas líneas de evidencia escritural que el Espíritu Santo es tan real como tu y yo y aunque sea un ser espiritual es
una persona.
II. EL ESPIRITU SANTO ES DIOS
El Espíritu Santo no solamente es una persona, sino
que es una persona muy especial, ya que Él es Dios. Lo que hasta ahora hemos
visto como pruebas de la personalidad del Espíritu no son necesariamente pruebas de la deidad; pero las pruebas de la deidad
si son pruebas de Su personalidad. Si Dios es una persona, y si el Espíritu también es Dios, entonces podemos decir que Él
también es una persona.
A. Los nombres del Espíritu Santo demuestran Su deidad
Los nombres divinos del Espíritu Santo revelan Su
deidad. A Él se le relaciona por nombre con las otras dos personas de la Trinidad dieciséis veces (Filipenses 1:19: “el
Espíritu de Jesucristo”, y 1 Corintios 6:11: “el Espíritu de nuestro Dios”. Además, la promesa de nuestro Señor en mandar “otro Consolador” (Juan 14:16) usa la palabra
“otro”, que significa uno de la misma clase. En otras palabras, si Cristo es Dios, entonces el Espíritu, el
otro Consolador de la misma deidad, también es Dios.
B. Sus atributos son los que sólo pertenecen a Dios
Como hemos visto, el Espíritu tiene atributos que
demuestran que Él es realmente una persona, pero también posee atributos que solamente los tiene Dios, lo cual, y por lo tanto,
demuestra que Él es Deidad.
Omnipresencia:
¿Quién guió al Espíritu del Señor, o como consejero suyo le enseñó? Isaías 40.13
Y
nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos
ha dado gratuitamente. (1 Corintios 2.12)
Omnipotencia:
¿Adónde me iré de tu Espíritu,
o adónde huiré de tu presencia? (Salmo 139.7)
El Espíritu de Dios me ha hecho,
y el aliento del Todopoderoso me da vida. (Job 33.4)
Envías tu Espíritu, son creados,
y renuevas la faz de la tierra. (Salmo 104.30)
El Espíritu Santo también es verdad, amor, dador de
vida, el Espíritu esta con nosotros, es el que nos revela a Cristo y nos redarguye de pecado para nuestro propio bien y beneficio.
C. Las acciones del Espíritu son las que solamente Dios puede hacer
1. El Espíritu
Santo fue la causa del nacimiento de Jesucristo
Respondiendo
el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso lo santo que nacerá será llamado Hijo
de Dios. (Lucas 1.35)
2. El Espíritu Santo fue el agente de la inspiración de las Escrituras
Pues
ninguna profecía fue dada jamás por un acto
de voluntad humanaa, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios. (1 Pedro 1.21)
3. El Espíritu Santo estuvo involucrado en la creación del mundo
Y
la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu
de Dios se movía
sobre la superficie de las aguas. (Génesis 1.2)
Conclusión:
Bueno, hemos aprendido, que el Espíritu Santo es una
persona y Dios al mismo tiempo. Como persona, el Espíritu Santo puede tener compañerismo con toda persona que así lo desee.
Creo que debemos pedirle al Espíritu que sea nuestro compañero en el ministerio, en nuestra vida, que sea el centro de nuestra
familia y hogar.
Bienvenido Espíritu Santo a nuestra vida.
Bendiciones.
Hno. Fredy Monterroza.
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