33 Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando
lo vio, tuvo compasión,
34 y acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas;
y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó.
35 Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al mesonero,
y dijo: “Cuídalo, y todo lo demás que gastes, cuando yo regrese te lo pagaré.”
(Lucas 10.33-35) BLA
Esta porción bíblica nos muestra
el estado en que viven las personas que están distanciadas de Dios. La palabra de Dios describe a Satanás como “ladrón”,
y que su objetivo robar, matar y destruir (Juan 10.10) BLA. Todas las personas que viven separadas de la misericordia de nuestro
amado Señor Jesucristo son como el hombre de esta parábola. Ellos están despojados de todo cuanto han logrado en el transcurso
de la vida.
Pero también podemos aprender otra
lección, y es la compasión para ayudarles a través de nuestro ministerio y la ayuda del Espíritu Santo, creo sin temor a equivocarme
que esta fue la motivación que tuvo nuestro Señor Jesucristo cuando llamó a todos sus discípulos para realizar la obra de
la evangelización y la expansión de su reino aquí en la tierra mientras tanto esperamos su regreso.
Gracias por sus palabras de motivación
y esperanza que transmite por medio de sus mensajes, son de gran valor para mí, inyectando esa pasión que tiene en su corazón
para animar y fortalecer a cuantos pueda.
Deseo que el resto de los días que
este año nos depara, sean de victoria en su vida y ministerio, siga adelante como buen ministro del Señor.
Bendiciones.
Hno. Fredy Monterroza.
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