Bienaventurado
el pastor que no se deja llevar por los chismes de la semana hasta el grado de introducirlos en su sermón el día domingo:
porque él tendrá un mensaje de Dios.
Bienaventurado
el pastor que no se ofende cuando alguien habla mejor de su predecesor, y guarda su lengua de menguar las obras del pastor
anterior: porque a todos impresionará bien.
Bienaventurado
el pastor que no es muy dado a tratar a las personas del sexo opuesto: porque permanecerá muchos años en la obra del Señor.
Bienaventurado
el pastor que tiene bien disciplinado su hogar, cuya esposa se porta con decoro, y se viste y habla con propiedad: porque
recibirá alabanza.
Bienaventurado
el pastor que no culpa a todos los demás por sus errores y fracasos: porque será un gran director.
Bienaventurado
el pastor que no se descuida a sí mismo, ni a su familia, ni el edificio en que predica: porque será respetado de todos.
Bienaventurado
el pastor que posee visión; y echa mano a todas las oportunidades para impulsar el avance del reino de Dios: porque será imitado
por todo el pueblo de Dios.
Bienaventurado
el pastor que está enteramente santificado: porque será feliz siempre.
Bendiciones.
Hno.
Fredy Monterroza.
Volver