Aconteció
en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo
el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo
siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser
empadronados, cada uno a su ciudad. Y José
subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que
se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado
con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos
allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio
a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un
pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. (Luc. 2:1-7).
Introducción
La
navidad es la conmemoración de la gran fiesta del Amor de Dios. En Navidad no
se debería de albergar ningún sentimiento de amargura en el corazón de cada ser
humano, en este día se deberían borrar todos los rencores e indiferencias y
comenzar todo de nuevo. Se cuenta de un niño que había recibido muchos hermosos
regalos, el cual pidió permiso a sus padres para invitar a su amigo a jugar con
él, ya que el otro niño era muy pobre que no tenía la dicha de recibir tantos
hermosos juguetes. Cuando su amiguito se volvió para su casa, contento por el
feliz día vivido, y por el regalo que su amigo le había hecho, el padre llamó a
su hijo y le dijo: Pero hijo mío, no te entiendo, ¿No es Luis el niño que te
pegó el otro día en el patio de la escuela?
Si, papá
le contestó su hijo, pero en la escuela dominical, nos han enseñado que
Navidad es cuando Dios nos empezó a mostrar su perdón.
Y fue
precisamente en aquel niño llamado Jesús que nació en un pesebre que Dios
comenzó a mostrarnos su amor y perdón a todos los que creemos en su sacrificio
perfecto.
I). María en su
canto de adoración a Dios dijo:
“Engrandece mi alma al Señor” (Lucas 1:46), esto es lo que debe ser la alabanza, un sentir del
alma, no algo vago de labios solamente o algo superficial; sino de lo más
profundo del corazón del ama misma.
a). Regeneración
hoy más
que nunca necesitamos una transformación genuina de todo nuestro ser, cuerpo,
alma y espíritu, para poder imitar a la virgen María, aquella gran mujer que
adoró a Dios por el Ser que había sido engendrado por el poder del Espíritu Santo
y que iba hacer, es y seguirá siendo el Salvador del mundo.
b). La adoración
debe ser dirigida al Señor.
Que
lastima que muchos devotos de María se olvidan de esa acción maravillosa que
ella hizo, dirigir su adoración a Dios, y muchos celebran esta navidad con
parrandas, licor, bailes haciendo de la Navidad una fiesta mundana.
c). Transformación
La
transformación debe ser total sin fingimiento, ni hipocresía. Somos cartas
leídas como dijo el apóstol Pablo, en nosotros se refleja lo que somos en
realidad. Adoradores de corazón o hipócritas, mentirosos y egoístas que lo
único que queremos es nuestro propio bien olvidando el bien que necesitamos
hacer al prójimo. Dios dio a su hijo todos nosotros porque estábamos perdido y
sin esperanza condenados por toda la eternidad.
II). El Gozo de la
Navidad.
María
dijo: “Mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”. (Luc. 1:47).
Este es
el verdadero gozo, algo que nace del espíritu, María mantenía esa comunión con
Dios, que diferencia al gozo falso y superficial que buscan los que no conocen
a Dios, y no creen en la grandeza del regalo que nos ha hecho el Señor de una
vida eterna con él en su reino. Al contrario se emborrachan y cometen toda
clase de orgías en esta fecha tan importante y solemne del mundo.
a). La fuente de
este gozo
La fuente
de este gozo no es difícil de identificarlo, al contrario María dijo: “En Dios
mi Salvador”. Ella no se alegró de ser la madre de Jesús, su cuerpo
físico; tampoco en la fama que iba a tener por ser la madre del Salvador del
mundo. Las palabras del ángel fueron: “¡Salve, muy favorecida! El Señor es
contigo; bendita (privilegiada) tú entre las mujeres”. (Luc. 1:28). No se
alegró por ninguna fama, sino en Dios.
b). En Dios mi
Salvador
En Dios
mi Salvador lo cual contradice lo que algunos se atreven a decir que María
nació inmaculada, en otras palabras sin pecado. María como cualquier otro ser
humano necesitó de la salvación, ella nació con la naturaleza
pecaminosa con que nacemos todos los seres humanos. Se puede ver que ella se
sentía miserable delante de Dios, eso no quiere decir que ella era peor que las
demás mujeres, al contrario era sin duda alguna la mejor que Dios vio para tan
alto honor y privilegio, pero necesitaba a un Salvador para poder tener acceso
a la familia de Dios. Romanos 3:23 dice: “Por cuanto todos pecaron y están
destituidos de la gloria de Dios).
III). El mejor regalo
de Navidad
El mejor
reconocimiento del regalo de Navidad es “Mi Salvador”, la tradición
presenta a la virgen María recibiendo muchos regalos a favor del niño, pero en
este texto y en sus propias palabras vemos que ella había recibido el mejor regalo,
“un salvador”; que necesitaba.
a). El precio
de la salvación
No
sabemos hasta qué punto ella sabia el precio de la salvación, en pesebre
podemos ver a un hermoso niño nacido por voluntad de Dios para salvación de
toda la humanidad, u niño que había sido engendrado por el Espíritu Santo y que
ahora estaba ya entre nosotros, pero que precio de nuestra salvación él
llevaría en sus propios hombros. El profeta Isaías dice que él llevó todas
nuestras iniquidades. Si, un di averiamos a este hermoso niño crecido, haciendo
mucho bien a la gente, pero también lo veríamos clavado en una cruz por amor a
la humanidad.
b). Feliz
Navidad
Cada día
nos encontramos con personas que nos saludan diciendo: Feliz Navidad que la
pases bien. Todos se preparan para hacer banquetes, fiestas, se reúnen con sus
familias muchas veces, pero la navidad es mas que una celebración sin sentido.
Al contrario navidad es recordar aquel día en Dios vino a la tierra y habitó
con nosotros y como dijo el apóstol Juan, y vimos su rostro, rostro como del
Unigénito del Padre; lleno de gloria y verdad.
c). El significado
de la navidad.
El
Significado de la Navidad es reconocer al Señor Jesús como Dios y Salvador,
reconocer que somos pecadores y que necesitamos de su auxilio para vivir en paz
entre nosotros mismos donde quiera que nos encontremos.
Conclusión
¿Ya has
recibido el regalo de Navidad? ¿Puedes decir Jesús es mi Salvador? Si es así,
podemos adorar como lo hicieron los Ángeles” Gloria a Dios en las alturas y paz
a los hombres de buena voluntad.
Feliz
Navidad.
Hno.
Fredy Monterroza.