1-Amarás a tu cónyuge con todo tu corazón y con todas las fuerzas, con desinterés
y sin egoísmo, sin permitir que nadie ni nada enturbie jamás ese amor.
2-Evitarás todo lo que puede disminuir la personalidad y responsabilidad
de tu cónyuge. El amor hace crecer a la persona amada.
3- Tu permanente ocupación será servir más y mejor a tu cónyuge, buscando
siempre cómo reavivar y profundizar el amor.
4-Tendrás cada día para con tu cónyuge una sorpresa (atención especial,
cariño, delicadeza, novedad,) que tiende a mantener viva la llama del amor matrimonial.
5-No matarás el amor. Evitarás toda acción (gesto, palabra, actitud), que
pueda empequeñecer o matar el amor.
6-Amarás tan sinceramente a tu cónyuge que no te permitirás una infidelidad,
ni siquiera de pensamiento.
7- Te entregarás a tu cónyuge total y plenamente, sin reservas ni división
espiritual ni corporal.
8-No falsearás nunca el amor, mantendrás siempre abierto tu corazón y en
él nunca cabrá la mentira.
9-No permitirás que ningún pensamiento, sentimiento o deseo desordenado
ensucie jamás la transparencia de tu corazón.
10- Amarás a tu cónyuge como a ti mismo. Vivirás para siempre por él y para
él y serán ustedes "dos en un solo espíritu y en un solo ser".
Volver a Reflexiones