¡Señor!.
Dame amplias paredes
para construir mi casa de la vida.
El Norte sea de amor,
contra los vientos de contienda;
El Sur de tolerancia,
que se anticipe al odio;
El Este sea de fe,
que cada día resurja claro y nuevo;
El Oeste de esperanza,
que nunca vea morir la luz de un nuevo mundo.
El piso, debajo de
mis pies, sea de humildad...
Y el techo, el techo
sea el cielo mismo, el infinito.
¡Señor!.
Dame amplias paredes
para construir mi casa de la vida.
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