Creó, pues, Dios al hombre a su imagen;
a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó. Dios los bendijo y les dijo: “Sed fecundos y multiplicaos. Llenad
la tierra; sojuzgadla y tened dominio sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se desplazan sobre la tierra.” ((Génesis 1:27-28) RVA
La familia
son las personas que provienen de una misma sangre, de un mismo linaje, de una misma casa, especialmente el padre, la madre
y los hijos.
Por lo tanto, ya no sois extranjeros
ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios.
(Efesios 2:19). Dios tiene preferencia sobre la familia.
Se necesitan dos para formar una familia.
¿Qué pide Dios en la familia? ¡Que el amor sea sin fingimiento!
El amor sea
sin fingimiento, aborreciendo lo malo y adhiriéndoos a lo bueno: amándoos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto
a honra, prefiriéndoos los unos a los otros;… No paguéis a nadie mal por mal. Procurad lo bueno
delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, tened paz con todos los
hombres. (Romanos 12:9-10,17-18).
El plan de
Dios para la familia no ha fallado. Somos nosotros los que por olvidar sus mandamientos fracasamos, la buena noticia es que
aunque somos imperfectos, podemos tener una buena relación familiar, si es que obedecemos la enseñanza a través de la Biblia.
El plan de Dios.
Dios creó el
matrimonio para que un solo hombre con una sola mujer tengan relación permanente y fiel. Es exclusivamente ese el plan de
Dios, no esta en programa de Dios que los cónyuges tengan una relación amorosa con otra persona a escondidas de su esposa/o.
Mucho menos existe lugar para la corriente pecaminosa del homosexualismo. (Romanos 1:18-32).
Dos sexos distintos (Génesis 1:27).
El secreto
de la vida conyugal es que el hombre y la mujer hagan un compromiso que rechace cualquier otra relación interpersonal o cualquier
desviación sexual. Aprender a vivir con las diferencias significa que los cónyuges buscaran el bien de la persona amada por
sobre su propio bien y aceptaran con sabiduría el producto de la creación divina.
La familia es de Dios.
Nuestros problemas
comienzan cuando no estamos dispuestos a cooperar con el propósito de Dios. Cuando intentamos edificar el hogar con nuestros
propios fundamentos. El salmista dice que si el Señor no edifica la casa, en vano trabaja el que la edifica. (Salmo 127:1).
No es bueno
que el hombre esté solo Dios creó al hombre con una necesidad muy especial y que debería suplirla mediante la creación de
la mujer. Dios dice que para que la vida del hombre sea completa necesita tener a su lado a alguien que supla lo que a él
le falta y para que este supla a su vez lo que a la mujer le falta. Hombre/Mujer.
Dijo además Jehová Dios: “No
es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.” Entonces Jehová Dios hizo que sobre el hombre cayera un
sueño profundo; y mientras dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios
tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. (Génesis 2:18,21-22).
La estructura del matrimonio.
Por tanto, el hombre dejará a su
padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.
(Génesis 2:24-25).
Sin duda éste
es un versículo fundamental que no solo está dirigido a Adán y Eva, sino a todos los matrimonios de todas las épocas.
Dios anunció
su plan para la vida conyugal, para el éxito en todo matrimonio.
Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. (Génesis 2:24).
Cuatro Principios en la Estructura del Matrimonio.
Principio # 1. Separación: De toda relación
que impida que el esposo y la esposa se relacionen en armonía.
Principio # 2. Permanencia: A pesar de las
dificultades y diferencias, deben luchar juntos hasta que la muerte los separe. No convertirse en estadística.
Principio # 3. La unidad: En las decisiones,
actividades, y metas de los integrantes de la familia.
Principio # 4 La Intimidad: Espiritual,
emocional, y física entre ambos cónyuges.
El principio
de separación es que Dios le dice al hombre dejará a padre y a madre: Y se unirá a su mujer.
Unidad / Intimidad
La palabra
Unirá en hebreo se refiere a una unión permanente. “Y serán una sola carne”.
“Intimidad”
se encuentra en Génesis 2:25 “Y estaban ambos desnudos, Adán y Eva y no se avergonzaban” se ha llamado a este
versículo: “El principio de la intimidad”.
Definición de los cuatro principios.
Principio #1. “Separación”
Separación
= decisión ineludible. Toda persona casada enfrenta la ineludible decisión de separarse con sabiduría de los vínculos familiares
que le han unido por tantos años. El matrimonio que falla al no cumplir este mandato divino sufrirá conflictos. No solamente
los esposos, sino también los padres de ambos por no haber podido romper el nexo que los unió por tantos años.
El respeto a los padres.
Debe existir
el más absoluto respeto y amor por los padres, y los cónyuges deben estar listos para socorrerlos cuando sea necesario.
Los padres
deben seguir amando a sus hijos aunque estén casados, pero nunca deben influenciar en los asuntos, decisiones, metas, y los
planes del nuevo hogar, o del nuevo matrimonio.
Consultando
Los cónyuges
pueden consultar a sus padres, siempre en común acuerdo. Pero la decisión final debe realizarse mutuamente. Es mandatorio
que los que se casan vivan en su propia casa, no importa el tamaño, la condición económica. El estar solos, juntos enfrentado
la vida como pareja es indispensable en la unidad del matrimonio.
Principio #2 “Permanencia”
Permanencia
= Compromiso indispensable, desde antes de casarse los novios deben contraer un compromiso permanente, es indispensable que
el compromiso sea firme y serio. Todo matrimonio debe de iniciarse con ese plan en mente. No deben llegar al matrimonio pensando
que la relación se terminará cuando se cansen de sus diferencias.
El plan de
Dios: Un hombre / una mujer para siempre, Jesucristo citó Génesis 2:24 y agregó algo nuevo, estableció con claridad el propósito
divino para el matrimonio. “Así que no son ya mas dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios junto, no lo separe
el hombre”. (Mateo 19:4-6).
Moisés concedió
el divorcio, ese no fue el plan original del Padre. Existen otros textos que muestran el deseo de Dios.
Hermanos (hablo
con los que conocen la ley), ¿ignoráis que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que vive? Porque la mujer casada está ligada
por la ley a su esposo mientras vive; pero si su esposo muere, ella está libre de la ley del esposo.
(Romanos 7:1-2).
Más bien, quisiera
que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don procedente de Dios: uno de cierta manera, y otro de
otra manera. Digo, pues, a los no casados y a las viudas que les sería bueno si se quedasen como yo. Pero si no tienen don de continencia,
que se casen; porque mejor es casarse que quemarse. (1Corintios 7:3-9)
No te olvides del pacto con Dios.
Prov.2:17 La cual abandona al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de Dios. Esta
decide vivir en la maldad, optando por abandonar a su esposo; pero esa no es la revelación de la Biblia.
Mal.2:14-16.
Describe a la esposa como “la mujer de tu juventud”, “tu compañera”, “la mujer de tu pacto”.
El matrimonio es un pacto
Cuando la relación matrimonial no da resultados, nuestro llamado no es para divorciarnos, por lo contrario se
nos exhorta a revisar nuestro compromiso. Cuando los problemas llegan a la vida, es cuando se necesita profundizar nuestro
pacto.
Y decís: ‘¿Por qué?’
Porque Jehová ha sido testigo entre ti y la mujer de tu juventud, a la cual has traicionado, a pesar de ser ella tu
compañera y la mujer de tu pacto. (Malaquias
2:14)
Si usted tiene
problemas ahora, busque asesoramiento de alguien que respete el mensaje de Dios.
Principio #3 “La Unidad”
La unidad es
el tercer principio para el matrimonio, es una acción que debemos buscar y no una consecuencia que vamos a disfrutar.
Sin unidad
no existe matrimonio. Sin unidad existen dos personas, pero no es un matrimonio al estilo divino.
El egoísmo
es destructivo en cualquier relación, como en el matrimonio.
El consejo de Dios.
No hagáis nada por rivalidad ni por
vanagloria, sino estimad humildemente a los demás como superiores a vosotros mismos; no considerando cada cual solamente los
intereses propios, sino considerando cada uno también los intereses de los demás.
(Filipenses 2:3-4).
Los esposos mediante la relación conyugal, deben luchar por convertirse en una pareja
que caminan en una misma dirección, aprendiendo a contribuir al bienestar mutuo, y rechazar todo lo que ponga en peligro la
familia.
La unidad incluye planificación.
La unidad no
solo es dormir en la misma cama. La unidad es determinar las metas que Dios ha establecido para el matrimonio. Ambos son diferentes,
cumplen roles diferentes, aportan en diversos campos a la vida conyugal. Sin embargo los dos van a la misma meta final que es el plan de Dios para el esposo y la esposa.
La familia en acuerdo mutuo.
La unidad incluye
planificación de los asuntos espirituales, físicos, emocionales, familiares, e intelectuales.
Este es un plan conjunto que toma en cuenta la opinión de ambos y se decide lo que es mejor para la familia y lo que
más se ajusta al propósito de Dios.
Principio # 4 “La intimidad”
Sin este principio
básico, son dos trabajadores en una misma labor. Pero no dos seres humanos íntimos. Son dos cónyuges extraños insensibles
al dolor o la alegría de quien dicen amar.
Si queremos
tener un matrimonio de acuerdo al modelo original, debemos practicar la intimidad. Usando palabras, acciones, sentimientos
que lo expresen.
La intimidad en el huerto del Edén.
Adán y Eva
estaban desnudos y no se avergonzaban, tenían una relación sincera, honesta, y transparente. No tenían nada que esconder,
no tenían razón para culparse, ni pecados que le impedían relaciones limpiamente. Podían mirarse a los ojos con libertad y
certeza, que ninguna relación amenazaba su intimidad.
Viviendo como solteros: ¡Cuidado!
Si actúan como
si fueran solteros a pesar de estar casados, están rompiendo el principio de la unidad. Tomando cada uno las decisiones sin
tomar en cuenta la opinión del cónyuge, esa rebelión solo les traerá frustración, que les irá encaminado al divorcio. Cuando
hay problemas en el hogar, aconsejar el sexo no es la solución, sino el respeto mutuo. (Filipenses 2:3-4).
La Familia Cristiana.
Dios creó esta
institución llamada familia para que un hombre y una mujer glorifiquen su nombre. Es en la familia donde se ayudan entre si
en una relación fiel y llena de gracia. En la familia de Dios no existe el divorcio.
Y decís: ‘¿Por
qué?’ Porque Jehová ha sido testigo entre ti y la mujer de tu juventud, a la cual has traicionado, a pesar de ser ella
tu compañera y la mujer de tu pacto. ¿Acaso el Único no hizo el cuerpo y el espíritu de ella? ¿Y qué es lo que demanda el
Único? ¡Una descendencia consagrada a Dios!” Guardad, pues, vuestro espíritu y no traicionéis a la mujer de vuestra
juventud. “Porque yo aborrezco el divorcio,” ha dicho Jehová Dios de Israel,
“y al que cubre su manto de violencia.” Jehová de los Ejércitos ha dicho: “Guardad, pues, vuestro
espíritu y no cometáis traición.” (Malaquias 2:14-16).
Entonces los
fariseos se acercaron a él para probarle, diciendo: — ¿Le es lícito al hombre divorciarse de su mujer por cualquier
razón? El respondió y dijo: — ¿No habéis leído que el que los creó en el principio, los hizo
varón y mujer? Y dijo: “Por esta causa el hombre dejará
a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer; y serán los dos una sola carne.” Así que ya no son más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios
ha unido, no lo separe el hombre. (Mateo 19:3-6).
Asimismo vosotras, mujeres, estad
sujetas a vuestros maridos, para que si algunos no obedecen a la palabra, también sean ganados sin una palabra por medio de
la conducta de sus mujeres,…Vosotros, maridos, de la misma manera vivid con ellas con comprensión, dando honor a la
mujer como a vaso más frágil y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones
no sean estorbadas. (1 Pedro 3:1,7).
Los esposos
serán líderes y ejercerán autoridad.
Las esposas aprenderán a vivir en sumisión, pero no sometidas. Estamos en tiempos, en que cualquier excusa es valida para
llegar al divorcio. Yo creo que antes del divorcio la pareja debería buscar concedería de un ministro que respete la Palabra
de Dios. También quiero decir, que si la vida de uno de los dos está en pigro por abusos y maltratos, entonces creo que el
divorcio seria valido, pero no si la separación se hace por el simple hecho de que, el afecto, amor, ya no es el mismo, que
cuando eran novios. El matrimonio es para toda la vida.
Bendiciones.
Hno. Fredy
Monterroza.
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