LA ETICA DE LA CLONACION
Cada persona tiene una opinión acerca de sí
es o no correcto clonar a otro ser humano. Producir asexualmente copias de organismos iguales
desde el punto de vista genético, todos procedentes de un antecesor común, hace que la mayoría de personas tengan una reacción
negativa. ¿Por qué desearía alguien hacer algo así? Está es la pregunta que encontramos más frecuente en las encuestas, sin
embargo la mayoría de personas reconoce que una vez que la clonación sea un hecho científico, solo será cuestión de tiempo
para que den inicio de una forma normal al proyecto de clonar seres humanos, ya que el hombre se lo ha propuesto y no parará
hasta lograrlo.
La reacción negativa inicial de la mayoría de las personas en cuanto
a la clonación humana tiene mucha importancia. La disciplina filosófica de aproximadamente 2500 años de antigüedad llamada
Ética, y la más nueva llamada Bioética toman en cuenta las respuestas emocionales de los seres humanos desarrollados
normalmente cuando tratan de formular respuestas a preguntas éticas difíciles la mayoría se forma la idea que la procreación
que resulta de una expresión de amor y dentro del contexto de una familia, constituye algo favorable que debería protegerse.
Las personas, en gran parte, creen que la procreación sexual no debe ser reemplazada
por ninguna tecnología de laboratorio.
Todas las culturas cuentan con un estándar ético como los mandamientos
del Señor en el cual dos de ellos dicen: (Honra a tu padre y tu madre para que tus días se alarguen sobre la tierra que Jehová
Dios te da Éxodo 20:12), (No cometerás adulterio Éxodo 20:14), estos mandamientos le dan expresión a este sentido ético básico
y que entorpecen la emulación de lo que hoy llamamos valores familiares. No obstante, las relaciones instintivas y las antiguas
normas éticas no son todo lo ético que una persona esperaría, no se pueden utilizar antiguos textos fuera de contexto como
soluciones rápidas a los problemas técnicos contemporáneos sin traicionar su contenido y a la vez confundirnos.
Aunque nuestra reacción inicial a una nueva posibilidad científica
puede ser desamable, abundan los ejemplos de cambios que inicialmente causaron una reacción negativa y luego se aceptaron,
puesto que producían consecuencias buenas e importantes. Uno de los roles del eticista o del filosofo moral consiste en considerar
todos los aspectos de una situación; consecuencias y circunstancias, propósitos y posibilidades. Ética significa pensar detallada
y ampliamente acerca de situaciones y no quedarse estancado solo en versos relevantes de la Escritura o respuestas instintivas
iniciales importantes.
Hoy en dia, mucha gente califica como practicante de una reflexión
ética seria. La mayoría de los sacerdotes, pastores y rabinos se consideran a sí mismos eticistas. Los periodistas, por su
parte también se consideran de la misma forma, en especial los encargados de la página editorial. Los doctores hacen las veces
de importantes eticistas en nuestra cultura, diciéndonos cada dia por la televisión, radio o a través de los periódicos como
vivir, como morir, como criar a nuestros hijos, que comer y así sucesivamente. Los lectores de las páginas editoriales no
se sorprenderán por los comentarios éticos acerca de la problemática de la clonación.
LOS ETICISTAS RELIGIOSOS
Gran parte de los expertos en ética provienen de la religión. Los
eticistas del vaticano ya han tomado una fuerte postura en contra de la clonación, por ende, continua la triste historia de
sobre reacción negativa hacia el descubriendo científico. El Obispo Sgrecia declaró que resulta incorrecto alterar una especie
animal, considere, por tanto, el caso de un simple ser humano. Otro vocero se refirió a la clonación como una violación a
la integridad del matrimonio. Los expertos del vaticano reflejan los puntos de
vista del papa y el ya ha rechazado cualquier uso de tecnologías que infieran con la procreación sexual dentro del matrimonio
o que hagan factible la destrucción de embriones humanos.
Los teólogos católicos pueden hacer uso de diferentes suposiciones
de fondo desde la perspectiva del papa y sus opiniones tienden a la falta de credibilidad. Algunos ven las tecnologías genéticas
como una expresión de la creatividad humana y esta como una ventaja, ya que refleja la creatividad de Dios. Crear nuevas plantas
y animales mediante intervención genética es un hecho ampliamente tecnológicamente, pero aun la mayoría de los moralistas
católicos demarcan sus líneas en cuanto a la clonación humana.
Los eticistas protestantes tienden a buscar contribuciones provenientes
de las Sagrada Escritura.
Sin embargo, la Sagrada Escritura no proporciona respuestas específicas
a problemas modernos. Puede proporcionar dirección ética general la que posteriormente debe enfrentarse a una dirección contradictoria
provenientes de textos diferentes. El libro de Génesis, por ejemplo, nos proporciona dos historias relativas a la creación
diferente. En Génesis Uno, el hombre es representado como un ser que tiene dominio sobre toda la creación. Al ejercer dominio,
el hombre estaría actuando a la imagen de Dios. Esta historia puede respaldar tecnologías genéticas e incluso la clonación.
En la segunda historia de la creación de Génesis Dos, el rol del hombre supera al de un asistente. Debe cuidar la creación
y, a su vez, protegerla. En la actualidad, la dirección ética seria justo lo contrario y la clonación podría ser considerada
como una violación a la administración. La Sagrada Escritura no proporciona respuestas específicas a problemas científicos
contemporáneos, los eticistas bíblicos tienen que pensar detalladamente en la problemática de la clonación mucho más.
Los eticistas judíos tienden a buscar dirección ética de la Sagrada
Escritura como del Talmud (Ley y tradición judía). El rabino Moses Tendler, profesor de ética medica, analizo la clonación
haciendo uso de la metáfora talmúdica de la abaja que ofrece miel y su aguijón. Preguntó, ¿estamos en el punto del árbol del
conocimiento donde renunciaremos a la miel para evitar el aguijón? Otros rabinos no ven ninguna razón para criticar o incluso
regular la clonación.
LOS ETICISTAS CIENTIFICOS
La mayoría de los eticistas religiosos consideran la clonación humana
como un hecho incorrecto. Los más permisivos entre ellos instan a una gran precaución en la utilización de este tipo de manipulación
genética. No obstante, la ciencia tiene sus propios eticistas y, por lo general, toman el punto de vista opuesto. Los científicos
tienden a centrarse en los beneficios positivos de la clonación, descartando los peligros. Tienden a no hacer predicciones
de consecuencias catastróficas seriamente. A la crítica ética proveniente de la ciencia exterior la consideran poco ilustrada
o perjudicial. Señalan que se pueden confiar en ellos como creadores de su propia ética. Incluso cuentan con sus propios héroes
éticos, santos científicos de todo tipo (Galileo, Bacon), los eticistas científicos enfatizan las posibilidades correspondientes
a conquistar la enfermedad y la infertilidad. Se centran en nueva información acerca del funcionamiento celular que ayudara
en la lucha contra el cáncer. Además, la clonación podría actuar como medio de protección en contra de ciertas enfermedades
genéticas que resultan de la combinación de genes de ambos padres. NO obstante, la ciencia cuenta con su propia historia de
escándalos éticos y la idea de que la gente debería dejar hacer a los científicos lo que ellos consideran correcto ya no convence
a nadie. El Dr. James Watson concuerda en que esta problemática no puede dejarse en manos de la ciencia.
LOS ETICISTAS ECONOMICOS
A la ciencia y a la economía no les parece bien las restricciones éticas. Los portavoces
de los intereses económicos (en la economía) apoyan a los científicos en contra de cualquier situación que restrinja la clonación.
Los intereses económicos se encuentran concentrados mucho más en la clonación animal que en la humana. No quieren ver arruinadas
las posibilidades económicas de la clonación animal a causa de las preocupaciones que produce la clonación humana.
LOS ETICISTAS LITERARIOS
La literatura, como la religión, constituye una importante
fuente de ética. Los novelistas y los poetas proporcionan puntos de vista éticos y muchos ya han tomado posiciones muy críticas
en cuanto a la clonación. El libro de Mary Shelly “Frankenstein”
(1818) fue la primera evaluación negativa. Frankenstein era inteligente y articulado,
pero se encontraba profundamente angustiado por su origen antinatural. En esta historia, el personaje se vuelve loco y asesina
al doctor que lo creo. “Los chicos de Brasil” fue tan aterradora como la clonación misma.
LOS ETICISTAS GUBERNAMENTALES
A través de la influencia creada por su consolidación, el
gobierno por años ha exigido controles éticos estrictos sobre la investigación genética y la terapia que involucra a los seres
humanos. Inmediatamente despues de las recientes noticias acerca de la clonación, el presidente Clinton prohibió temporalmente
el uso de capital federal para experimentos de clonación humana. No mucho despues del decreto del presidente, el diputado
republicano Vernon Elders de Michigan propuso una prohibición en cuanto a la clonación humana, ya que esta podría crear una
reacción negativa hacia la clonación animal y, por esta razón, perjudicaría a los negocios. Sin decir lo que hará el congreso,
pero incluso si el gobierno prohíbe la clonación, esto aun deja al mercado como una base alternativa para actividades relativas
a la clonación.
LOS BIOETICISTAS
Los
bioeticistas son actores recién iniciados en el amplio escenario de la reflexión ética. La bioética tiene su propia teoría
de fondo, principios abstractos e historias paradigmáticas, pero se desplaza desde amplias perspectivas éticas hacia normas,
reglas y políticas concretas. Lo que esperamos de los bioeticistas es menos inspiración y más pautas prácticas para lo que
se puede o no hacer en la ciencia y en la medicina.
Los bioeticistas han estado trabajando en el área de la genética
desde poco despues del descubrimiento del ADN. Hacen una distinción entre célula somática e intervenciones genéticas celulares
de línea germinal. La primera se refiere a tratamientos relativos a enfermedades genéticas mediante la introducción de un
gen que funciona adecuadamente en una persona en la que este es anormal. Se centra en enfermedades Tay Sachs, Lesch Nyham
y anemia de glóbulos falcoformes. La terapia de la célula somática afecta solo a la persona aquejada de una enfermedad genética
reconocida. Se distingue de la terapia de línea germinal que involucra cambios
en un óvulo o un esperma y, por ende, incluye alteraciones genéticas que se traspasaran a otras generaciones.
Veamos un ejemplo de pautas de bioéticas para la intervención genéticas
celulares somáticas en los seres humanos. 1) La intervención genética se puede utilizar solo para el tratamiento de enfermedades
genéticas serias. 2) No se encuentran disponibles terapias genéticas o alternativas. 3) El defecto genético debe identificarse
claramente. 4) Estudios animales extensivos deben preceder cualquier intervención humana con el fin de sustentar quejas acerca
de la seguridad y de la eficacia. 5) Todas las intervenciones terapéuticas deben ser precedidas de elaborados procedimientos
del consentimiento informado. 6) Las formas y estrategias del consentimiento deben ser aprobadas por un comité ético constitucional.
La clonación seria un ejemplo de la intervención de línea germinal.
Resulta mucho más difícil obtener la aprobación para intervenciones de línea germinal por muchas razones, incluyendo de que
el hecho de que las alteraciones celulares de línea germinal son difíciles de transmitir y, por ende, tienen una eficacia
limitada, se realizaron cientos de intentos para clonar a Dolly. Los estándares éticos de línea germinal, además de los mencionados
anteriormente, son más rigurosos. 1) La ciencia genética debe ser probada y la intervención propuesta debe contar con una
tasa de éxito razonable. 2) La intervención de línea germinal debe mantener la promesa de una utilidad sustancial.
3)
Éticamente, no se permite ninguna intervención que altere las características humanas fundamentales; por ejemplo: libertad,
inteligencia y capacidad racional. 4) Éticamente, no se permite ninguna intervención que pueda crear un riesgo al “pool”
genético o bien a la diversidad genética.
Todas las pautas bioéticas puestas a disposición en la actualidad
militarían contra la aprobación de la clonación en nuestros días. La reciente clonación de ovejas y monos hace una clonación
humana exitosa casi con certeza absoluta y supera la objeción basada en falta de éxito. Sin embargo, ¿ofrecería la clonación
una utilidad sustancial? El Dr. Ian Wilmut, quien clonó a la oveja, expresó su oposición ante la clonación humana. Dijo que
la gente no estaba pensando cuidadosamente y que no podía ver ninguna aplicación util de sus técnicas de clonación en los
humanos.
Las reservas éticas del Dr. Wilmut acerca de la clonación humana
se pueden basar también en el criterio numero 3. Por cierto, la clonación humana altera la relación básica entre la persona
clonada y el “padre” (antecesor genético). Cualquier tipo de utilización extensiva de la clonación violaría la
pauta número 4 al crear un riesgo en el “pool” genético y en la diversidad genética. Las presentes aplicaciones
terapéuticas limitadas de la clonación hacen posible que ésta sea realizada con el fin de diseñar cambios en las especies
humanas (eugenesia).
No obstante, ¿cómo decidimos que cambios son apropiados en las especies
humanas? ¿Deberíamos transformarnos en nuestros propios creadores? Estas importantes
preguntas explican el porqué el Dr. James Watson, el descubridor del ADN no podría justificar el simple hecho de dejar las
preguntas éticas acerca de la clonación a los científicos.
La ciencia médica y la tecnología
genética, en la actualidad, nos obligan a enfrentar las preguntas básicas: ¿Qué es la vida humana? ¿Qué es un niño?
¿Quién es un padre? ¿Qué es una familia? ¿Cuál es el propósito de tener hijos? ¿Existe un Dios? ¿Somos nuestros propios creadores
o asistentes de la creación de Dios? Nadie tiene una respuesta definitiva para cualquiera de estas preguntas. Nosotros los
seres humanos debemos continuar cuestionándonos. La lucha por el significado nunca va a terminar. Solo los fundamentalistas
religiosos y seculares tienen certeza de tener las respuestas. Sin embargo, podemos estar de acuerdo con ciertas cosas. Los
seres humanos son creativos. Inevitablemente, intervenimos en la naturaleza con nuestras herramientas y tecnologías. No obstante,
deberíamos respetar la estructura de la naturaleza e ingresar lentamente en un área tan dedicada como la clonación humana.
Bendiciones.
Hno. Fredy Monterroza.