Así
que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a
sus maridos en todo.
Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó así
mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento
del agua por la Palabra, a fin de presentársela así mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, si no que fuese
santa y sin mancha.
v.
32. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de
la iglesia. (Efesios 5:24-27,32).
El
Apóstol Pablo nos habla de la importancia de la relación mutua entre el esposo
y la esposa. Algo digno de tomar en cuenta es la comparación que hace acerca de
Cristo y la iglesia. La importancia la vemos en la manera que Cristo amó a
la iglesia tanto que dio su vida para que la iglesia pueda
vivir. Simbólicamente la iglesia es la novia de Cristo que se está
preparando para la consumación de lo que la Biblia llama "Las Bodas del
Cordero". (Ap. 19:7-8).
Cuando
dos personas se comprometen en matrimonio (Hombre y Mujer) lo hacen por medio
de un anillo de compromiso, de la misma manera nosotros como iglesia hemos
recibido un anillo de compromiso de parte de nuestro Novio Jesucristo.
Los
anillos tenían varias funciones y usos: Como joyas son señal de una posición
social elevada. También se usaba como sello, en varias partes de la Biblia
vemos como los reyes sellaban un contrato o un pacto con la sortija. El anillo
era símbolo de autoridad como lo vemos en la historia de José cuando fue
proclamado gobernador de toda la tierra de Egipto. (Génesis 41:42-44). Vemos
que estas alhajas denotaban alto rango social y dignidad.
Cuando
los anillos eran encontrados en botines eran reservados para Dios
como lo muestra la Biblia en Números 31:50.
El
primer anillo de compromiso lo regaló el Archiduque de Austria a Mary de
Burgandy en el año de 1477. Esta boda fue un evento importante en la historia
de Europa dando inicio a una larga rivalidad entre Francia y Austria.
El
Apóstol Pablo compara la unión a Cristo con la unión matrimonial y con razón
les dice a los corintios en su 2 carta capitulo 11:2 lo siguiente: "Por
que os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para
presentaros como una virgen pura para Cristo.
En
este compromiso matrimonial el novio espera que la novia se guarde para
él. El anillo representa un compromiso de lealtad, fidelidad, y
consagración al novio. La novia ya no puede actuar como una doncella sin
compromiso, ahora ella tiene el deber de respetar al novio con su testimonio,
no permitiendo que su imagen sea manchada por las cosas temporales que le ofrecen
el mundo y las amistades que no tienen un compromiso tan serio como ella.
Se
cuenta una anécdota de un joven que entró a una joyería y pidió que le
mostraran el mejor anillo de compromiso que tuvieran. El joyero le presentó la
mejor joya que tenía, aquel joven la contempló y con una sonrisa lo aprobó.
Preguntó por el precio y se dispuso a pagarlo. El joyero le preguntó, ¿se va a
casar usted pronto? no respondió el muchacho, ni siquiera tengo novia. El
joyero se quedó mudo y muy sorprendido a la respuesta del comprador. El joven
se sonrió y dijo: es para mi madre; cuando iba a nacer estuvo sola; alguien le
dijo que me matara antes que yo naciera, así se evitaría muchos problemas. Pero
ella se negó y me dio el don de la vida. y tuvo muchos problemas. Fue padre y
madre para mí; amiga y hermana, mi maestra. Me hizo ser lo que hoy soy. Ahora
que puedo le compro este anillo de compromiso ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy
como promesa de que si ella hizo todo por mí, ahora yo haré todo por ella. El
joyero no dijo nada, solo ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el
descuento que solo se hacía a los clientes importantes.
Jesús
nos dio el don de la vida y nos ha dado un anillo de compromiso y así como ese
joven era despreciado aun antes de nacer y si no hubiera sido por el amor
abnegado de su madre él hubiera muerto. Tu y yo estábamos prácticamente muertos
en nuestros delitos y pecados; pero el amor tan grande de nuestro amado Dios
que dio a su único hijo (Jesucristo) para que diera la vida por nosotros para
que de esa forma pudiéramos vivir, ahora estamos comprometidos en un noviazgo
en donde nuestro Rey espera que le seamos fieles, para que ninguna mancha
estorbe nuestra relación con él.
La
pregunta que debemos hacernos es la siguiente: ¿que nos mueve a nosotros amar y
ser íntegros a nuestro Novio? Un escritor anónimo dijo: No me mueve mí Dios
para quererte el cielo que me tienes prometido, no me mueve el infierno tan
temido para dejar por eso de adorarte. Tu me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en una cruz y ensangrentado; muéveme el ver tu cuerpo tan herido; muéveme
tus afrentas y tu muerte. En fin, Señor, muéveme. Tu amor, de tal manera que
aunque no hubiera cielo yo te amara y aunque no hubiera infierno te temiera. No
me tienes que dar por que te quiera; pues, aunque lo que espero no esperara, lo
mismo que te quiero te quisiera.
Un
pensamiento hermoso como el de este autor anónimo debieran ser los
pensamientos nuestros que salen de lo mas profundo del corazón y pueden
expresar el verdadero amor hacia aquel que lo dio todo por nosotros.
La
Biblia dice que seremos levantados, arrebatados para celebrar aquella grandiosa
fiesta llamada "Bodas del Cordero". Y si tú y yo somos los
participantes de esas nupcias entonces somos la novia, y Él nos ha dado un
anillo de compromiso.
Efesios
5:27 dice que Cristo viene por una iglesia gloriosa que no tiene mancha no
arrugas. Quiere decir que Cristo espera de nosotros fidelidad y que como novia
nos guardemos en santidad para él.
La
consumación del matrimonio la vemos en apocalipsis 19:7, en donde dice:
"Han llegado las Bodas del Cordero y su esposa se ha preparado. O sea que
ha dado buen testimonio, ha sido luz, ha sido el sabor en este mundo lleno
de sin sabores, tristeza y dolor.
La
consagración le ha permitido: que se vista de lino fino y resplandeciente, por
que sus acciones han sido justas delante de la humanidad y de nuestro prometido
el Señor Jesucristo. En el sentido ético de lo que es bueno: las vestiduras
simbolizan la provisión de la salvación de Dios por gracia en la fe que es en
Cristo Jesús.
Si
tu relación con Jesucristo no ha sido fiel, hoy es el día para hacer
nuevos votos, renovando nuestro compromiso delante de nuestro Señor.
Que
Dios te bendiga y te ayude en tu consagración hacia él.
Hno.
Fredy Monterroza.