Pero cuando se conviertan al Señor, el velo
se quitará. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. (2 Co.3:16-17)
Gloria a Dios mis amados, el deseo del Señor
es que el velo de nuestro orgullo, y vanidad sean quitados de nuestro corazón; y de ésta manera podamos adquirir la verdadera
libertad a la que nuestro amado Salvador nos invita. Cuando el velo sea removido de nuestro corazón serémos de verdad libres,
felices, nuestros hogares serán estables, nuestros matrimonios perdurables. Mientras el velo este allí, no serémos libres.
Jesús te ama.

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