Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. Quien engendra al necio lo hace para su tristeza.

Y el padre del insensato no se alegrará.

Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mí se me alegrará el corazón.

Mis entrañas se regocijarán, cuando tus labios hablen cosas rectas.

Escucha tú, hijo mío, y sé sabio; endereza tu corazón en el camino.

La palabra de Cristo habite abundantemente en vosotros, enseñándoos y amonestándoos los unos a los otros en toda sabiduría con salmos, himnos y canciones espirituales, cantado con gracia a Dios en vuestros corazones. Y todo lo que hagáis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Esposas, estad sujetas a vuestros esposos, como conviene en el Señor.

Esposos, amad a vuestras esposas y no os amarguéis contra ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto es agradable en el Señor.

Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se desanimen.

(ÉXODO 20:12; PROVERBIOS 17:21; 23:15, 16, 19; COLOSENSES 3:16-21)

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