La Biblia Reina Valera

Salmos 50     

Salmos

Indice

Capítulo 51

TEN piedad de mí, oh Dios, conforme á tu misericordia: Conforme á la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.

Porque yo reconozco mis rebeliones; Y mi pecado está siempre delante de mí.

A ti, á ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos: Porque seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.

He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo: Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo, y será limpio: Lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.

Hazme oir gozo y alegría; Y se recrearán los huesos que has abatido.

Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

No me eches de delante de ti; Y no quites de mí tu santo espíritu.

Vuélveme el gozo de tu salud; Y el espíritu libre me sustente.

Enseñaré á los prevaricadores tus caminos; Y los pecadores se convertirán á ti.

Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salud: Cantará mi lengua tu justicia.

Señor, abre mis labios; Y publicará mi boca tu alabanza.

Porque no quieres tú sacrificio, que yo daría; No quieres holocausto.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Haz bien con tu benevolencia á Sión: Edifica los muros de Jerusalem.

Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto ú ofrenda del todo quemada: Entonces ofrecerán sobre tu altar becerros.

Salmos 52

 

 

 

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