La Biblia Reina Valera

Salmos 64     

Salmos

Indice

Capítulo 65

A TI es plácida la alabanza en Sión, oh Dios: Y á ti se pagarán los votos.

Tú oyes la oración: A ti vendrá toda carne.

Palabras de iniquidades me sobrepujaron: Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.

Dichoso el que tú escogieres, é hicieres llegar á ti, Para que habite en tus atrios: Seremos saciados del bien de tu casa, De tu santo templo.

Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, Oh Dios de nuestra salud, Esperanza de todos los términos de la tierra, Y de los más remotos confines de la mar.

Tú, el que afirma los montes con su potencia, Ceńido de valentía:

El que amansa el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, Y el alboroto de las gentes.

Por tanto los habitadores de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces alegrar las salidas de la mańana y de la tarde.

Visitas la tierra, y la riegas: En gran manera la enriqueces Con el río de Dios, lleno de aguas: Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.

Haces se empapen sus surcos, Haces descender sus canales: Ablándasla con lluvias, Bendices sus renuevos.

Tú coronas el ańo de tus bienes; Y tus nubes destilan grosura.

Destilan sobre las estancias del desierto; Y los collados se cińen de alegría.

Vístense los llanos de manadas, Y los valles se cubren de grano: Dan voces de júbilo, y aun cantan.

Salmos 66

 

 

 

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