Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. (Gen.3:1-3)

 

Através de estos versiculos que hemos leído podemos apreciar la sutileza con que la serpiente se acerca a Eva para tentarla y hacer que quebrante la orden que Dios les ha dado acerca del fruto prohibido.

 

Como podemos ver satanás se acerca a Eva através del cuerpo de la serpiente; antes de la caída de nuestros primeros padres, la serpiente no era solamente la más "astuta" de las criaturas que Dios había criado sino quizá la más hermosa, como también no podemos imaginar que era un reptil que se arrastraba. Es evidente por lo que podemos leer en el versiculo 14. Eso fué el efécto de la maldición. Podemos ver por medio de los movimientos de la serpiente aquella belleza y muchas especies tienen un hermoso colorido.

 

En la serpiente (satanás) aparece como ángel de luz. Y no es maravilla, porque el mismo satanás se disfraza como ángel de luz (2Co.11:14).

 

En aquel diálogo entre la serpiente y Eva podemos observar que lo primero que hace satanás es poner en duda la Palabra de Dios.

 

Observe que empieza disciendo: ¿Con que Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Con esta pregunta logra poner en tela de juicio la santidad e integridad de Dios en el corazón de ella logrando así que niegue la Palabra. ¿Hay mentiras en la Biblia? Claro que si, y esta es una de ellas. Dios le dijo a Adán y a Eva que si desobedecián moririán, pero la serpiente (satanás) dijo que no era cierto, que no iban a morir. Aunque la Biblia no enseña mentiras registra fielmente las mentiras de los pecadores y como si esto fuera poco también registra su consecuencia de no heredar el reino de Dios según (Ap.21:8). Gloria a Dios que nos aconseja a que seamos sobrios y prudentes.

 

Sed , sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor bucando aquién deborar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. (1 P.5:8-9).

 

Someteos , pués, a Dios; resitid al diablo, y huirá de vosotros. (Stg.4:7).

 

Podemos entender por medio de estos versiculos que acabamos de leer que la Palabra de Dios no es para contender sino para presentarla; lamentablemente hoy día podemos oir de muchos ministerios que contienden por medio de la Palabra de Dios, pretendiendo que sus filosofías son solidas y que el conocimiento impartido por los demas ministerios son falsos olvidandose de algo muy importante que es llevar el evangelio de la paz al corazón quebrantado no contendiendo sino presentando a Jesucristo como el unico camino, la verdad y la vida.

 

Eva cometió un error, y ese error fue darle la oportunidad al enemigo de minar su corazón haciendo que la Palabra del Señor se volviera infructuósa. También nos enseña por medio de su ejemplo a escudriñar las Escrituras para no ceder a filosofías huecas y profanas. Cuando Jesús predicaba decía: Escudriñad las escrituras porque a vosótros os parece que en ellas  teneis la vida eterna (Juan 5:39).

 

Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios. (1 Ti.4:1).

 

Pero deshecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. (2Ti.2:23).

 

Gloria a Dios por su Palabra que nos insta acerca de las intenciones del enemigo hacia nosotros. Si Dios está con nosotros; ¿quién contra nosotros? Dios es el creador de todas las cosa, y Dios soberano por sobre todo.

 

Muchos siglos más tarde vemos al apóstol Juan advirtiendonos acerca de tres tentaciones mortales: (1) Los deseos de la carne, (2) Los deseos de los ojos, (3) La vanagloria de la vida.

 

Observemos Génesis 3:6:

 

a) Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer. (los deseos de la carne).

b) Y que era agradable a los ojos. (Los deseos de los ojos).

c) Y que era árbol codiciable para alcanzar la sabiduría. (La vanagloria de la vida).

 

Observemos los pasos que constituyen una caída:

 

I. Cediendo a una mente contaminada.

 

La mente de Eva comienza a fantasear a cerca del fruto del árbol prohibido y pronto se convierte para ella en algo mas importante que cualquier otra cosa en la vida, incluso que Dios.

Martín Lutero escribe que: la promesa satánica echó fuera de la mente de Eva la amenaza divina. Ahora Ella contempla el árbol con otros ojos “v.6” y tres veces se nos dice lo encantador que le parece el fruto.

Calvino considera la capitulación de Eva como una caída de la fe: la fe que ella tenía en la Palabra de Dios era el mejor guardián de su corazón y de todos sus sentidos. Pero ahora una vez que el corazón se hubo desviado de la fe y de la obediencia de la palabra, corrompió tanto su persona como todos sus sentidos, y la depravación se extendió por todas las partes de su alma, como también de su cuerpo. Es, por tanto, un signo de defección impía que la mujer juzgue ahora que el árbol es bueno para comer, se deleite con avidez en contemplarlo y se persuada así misma de que es deseable para alcanzar sabiduría; mientras que anteriormente había pasado muchas veces junto a él con aire impasible y tranquilo. Por que ahora, habiéndose sacudido a brida, su mente vaga disoluta e intemperante, arrastrando el cuerpo a la misma disipación.

Cuando Eva comienza a fantasear, las imágenes mentales del fruto prohibido despiertan emociones en ella y casi puede paladear los placeres que la esperan. Sus agitados deseos superan las advertencias de su razón, mientras que su imaginación contaminada la llevan a tomar decisiones erróneas. Cede al deseo físico. Ve que el árbol es bueno para comer v.6a. La comida no tiene nada de malo. Pero es una comida prohibida, que se toma fuera de la voluntad de Dios.

Eva sucumbe al deleite emocional “y que era agradable a los ojos v.6b, y al orgullo intelectual, “y árbol codiciable para alcanzar sabiduría v.6c.”

¿Acaso ella no era lo suficientemente sabia? ¿No empezaba a aprender en compañía de Adán acerca de las maravillas de Dios y de su creación? Aunque ya maduros por completo físicamente cuando fueron creados, Adán y Eva, como Jesús después de ellos, estaban en realidad destinados a crecer “en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” Lucas 2:52.

Tenían ante si toda la creación para explorarla y contemplarla, años tras años. A medida que lo hicieran, su sabiduría se extendería hasta llegar a conocer todo aquello que Dios deseaba que supieran. ¿Por qué esa codicia por la “sabiduría” prohibida que solo proporcionaba ese árbol vedado y su fruto? ¡Así es el pecado!

 

II. Desobedeciendo voluntariamente a Dios:

 

“Tomo de su fruto, y comió” v.6d.

Ahora Eva se verá libre de todas las restricciones. Todas sus dudas desaparecerán y será un ser verdaderamente independiente. Podrá por fin escogen por si misma sin ayuda de nadie. En otras palabras, será su propio dios. Ella da la espalda a todo lo que ha gobernado su vida hasta entonces y escoge voluntariamente desobedecer a Dios. Eva comió del fruto prohibido, sin ningún efecto negativo visible.

¿Verdad que el pecado es así? Al principio resulta deleitoso. Las promesas que nos hace parecen ciertas. El pecado produce un placer inmediato, el escritor de Hebreos lo admite (11:25). De no ser así, los hombres no serian absorbidos tan fácilmente por sus encantos.

 

III. Hace que Adán se una a ella en los placeres del pecado:

 

“Y dio también a su marido, el cual comió así como ella” v.6e.

He aquí la dimensión social del pecado. Este no solo daña al pecador, sino también a aquellos que están íntimamente relacionados con él. El pecado anhela compañía y engendrará mas pecado en las vidas de otros, en especial en la de los seres queridos. ¡Así actúa el pecado! Mucho se ha escrito acerca de la participación de Adán en el pecado de Eva. Algunos afirman que estaba cerca observando y escuchando toda la escena de la tentación sin hacer nada para socorrer a su confundida esposa. Otros dicen que no pudo resistir la incitación de su mujer. Y otros aseguran aun mas que tuvo que elegir entre los encantos de Eva y la obediencia a Dios.

A menudo la cita 1 Timoteo 2:14 para apoyar estas opiniones. Allí pablo escribe: “Y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en trasgresión”. El comentario de Newport J.D. White en el  expositor del Nuevo Testamento griego” dice que Pablo no trata aquí de absolver a Adán por su pecado, ni de echar toda la culpa a Eva. Lo que hace el apóstol es declarar que fue la mujer la quien transgredió primero y no Adán.

En Romanos 5:12-21, el mismo apóstol Pablo carga obre Adán la culpa entera de la trasgresión, con la cual causó la ruina de toda raza humana. Calvino piensa que aunque Adán deseaba cumplir los deseos de Eva, hubo otra razón por la que participó de la misma apostasía que ella. Y Pablo, en Romanos 5:12 afirma que el pecado no vino por la mujer sino por Adán mismo; de ahí la reprensión que tiene lugar poco después. “he aquí el hombre es como uno de nosotros” Génesis 3:22, esto demuestra con claridad que neciamente, él también había codiciado mas de lo que era licito y había dado mas crédito a las lisonjas del diablo que a la Palabra de Dios.

¿Cuál fue el pecado de Adán y Eva? San Agustín dijo: el orgullo fue el comienzo de todos los males por lo cual se arruinó la raza humana.

Y Calvino mencionó lo siguiente: si alguien prefiere una explicación mas corta, podemos decir que la incredulidad ha abierto la puerta a la ambición, pero la ambición ha demostrado ser madre de la rebeldía, a fin de que los hombres, habiendo dejado el temor de Dios, puedan sacudirse su yugo… pero después que dieron lugar a la blasfemia del diablo, comenzaron, como personas fascinadas, a perder la razón y el juicio; si, puesto que se habían convertidos en esclavos del diablo, este mantenían a todos sus mismos sentidos.

Al mismo tiempo, debemos mantener en la memoria el pretexto que los llevó a este engaño tan fatal para ellos y para toda su posteridad. La adulación de Satanás era verosímil: “sabréis el bien y el mal”. Pero aquel conocimiento resultaba por esta razón maldito, por que se buscaba con preferencia al favor de Dios.

Por lo cual, a menos que queramos, por iniciativa propia, tendernos los mismos lazos a nosotros mismos, aprendemos a confiar plenamente en la sola voluntad de Dios, a quien reconocemos como el autor de todo bien. Y, ya que la escritura nos advierte en todas las partes de nuestra desnudez y pobreza, y declara que podemos recuperar en cristo lo que nos hemos perdido en Adán, renunciemos a toda confianza propia y ofrezcámonos vacíos a Jesús para que él nos llene con sus propias riquezas.