Salmo
18.3 dice: “Invocare a Jehová, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos.
Las aflicciones
en el corazón de cada ser humano son el resultado de sus propias decisiones. El salmista debía tomar una decisión que lo llevaría
a la victoria sobre sus enemigos. Sabía que no podía salir victorioso al menos que invocara a Dios para vencer a sus adversarios.
Muchas de las veces esos enemigos viene a la vida de las personas en forma de calumnias, y malos entendidos. La victoria se
encuentra cuando tu alma se acerca a Jehová por ser digno de alabanza, eso resulta en VICTORIA!!!
¡Acérquese
a Dios y será salvo!
Bendiciones.
Hno. Fredy
Monterroza
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