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Ella le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? 12 ¿Acaso
eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo del cual bebió él mismo, y sus hijos, y sus ganados?
13 Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, 14 pero el que beba del agua
que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para
vida eterna. Juan 4.11-14 BLA
El agua
de Dios cambia vidas, carácter y costumbres. No importa cuán sumergido se encuentre un alma en el pecado, Dios ofrece agua
de vida y la oportunidad de pertenecer a su reino. Pide agua a Cristo que él te dará en abundancia para que no tengas sed
jamás de los ofrecimientos del mundo que solo producen desgracias y dolor. Ven a la fuente de agua viva, Jesús, el Señor.
Bendiciones
Hno. Fredy Monterroza
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