¡Dad gracias a Jehová!
¡Invocad su nombre!
Dad a conocer entre los pueblos sus hazañas.
Cantadle, cantadle salmos; hablad de todas sus maravillas.
Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
Buscad a Jehová y su poder; buscad continuamente su rostro.
Acordaos de las maravillas que ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca,
oh vosotros, descendientes de Abraham, su siervo; hijos de Jacob, sus escogidos.
Los sacó con plata y oro; no hubo entre sus tribus enfermo.
Egipto se alegró de que salieran, porque su terror había caído sobre ellos.
Extendió una nube por cortina, y fuego para alumbrar de noche.
Pidieron, e hizo venir codornices, y los sació con pan del cielo.
Abrió la peña, y fluyeron aguas; corrieron por los sequedales como río.
Porque se acordó de su santa promesa dada a su siervo Abraham.
Así sacó a su pueblo con gozo; con júbilo sacó a sus escogidos.
Les dio las tierras de las naciones, y heredaron el fruto de las labores de ellas, para que guardasen sus estatutos
y observasen sus leyes. ¡Aleluya! (SALMO
105:1-6, 37-45)
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