Bendice
alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus
dolencias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. Salmo 103:1-5.
La
última noche del año es como una colina, nos volvemos atrás para mirar un paisaje que no volveremos a ver, mientras otro se
abre ante nuestra vista. El salmo 103:2 nos invita a mirar atrás, a la misma vez mirar adelante, haciendo del
pasado maestro y futuro. Aprender de los errores como de todas aquellas cosas que tuvimos la oportunidad de realizarlas
de una manera excepcional, maravillosa que nos hizo sentir que valió la pena el haber dedicado tiempo para trabajar en
esos planes que nos trazamos.
Este v.2
nos invita a dar gracias a Dios por el pasado y a no olvidar los beneficios que a través de ese año pudimos adquirir. Somos
por naturaleza expuestos a olvidar. Lo que nos parece un gran favor y privilegio cuando no lo tenemos, nos parece
un derecho natural cuando lo estamos disfrutando. No solo la gente mundana se olvida de Dios, también muchas veces los cristianos. El
pastor Mayer dijo: Hacemos una injusticia cuando pensamos que Dios solo se ocupó de Abraham, Isaac y Jacob. Pues es seguro
que tenemos favores que agradecer todos aquellos que nos reunimos como una asamblea para adorar a nuestro Dios.
Todos
podemos mencionar mas de algún beneficio obtenido por la gracia divina de Dios, hoy que estamos culminando un año mas, es
bueno que recordemos esos beneficios obtenidos de parte de nuestro Dios y es un buen momento para agradecer por ellos
y decir como dijo el Salmista "Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios". El beneficio de la salvación
si lo tenemos, ¿que mas podemos desear? si no lo poseemos, la culpa no es de Jesucristo, sino de cada uno
de aquellos que no le han recibido como Salvador. El tiempo pasa, tanto para los no preparados, como para los que están
preparados. Si sabes que tienes que hacerlo un día, mejor es que lo hagas hoy mismo.
El
Evangelio ha alcanzado a millones de personas, ¿de que te servirá si tú lo pierdes? Algún año será el último para uno de los
que hoy vivimos; y para la mayoría antes de los 40 o 50. Nadie sabe lo que traerá el día de mañana.
Dios
es el que perdona todas tus iniquidades, por su gracia redentora, el que sana todas tus dolencias. Sanar es una de las
provisiones que ha dado nuestro creador para todas sus criaturas, que las células de nuestro cuerpo vayan reparando lo que
se estropea o se daña por el uso o por accidente.
El
que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila, este es un buen texto para los ancianos; las satisfacciones
rejuvenecen, así como las penas y las preocupaciones envejecen.
Pero
no deberíamos pensar tanto en el envejecimiento material como en el espiritual. La aves tiene temporadas que mudan, no tienen
tantas fuerzas, corren pero sin ganas, no vuelan caminan. ¿No ocurre así en nuestra vida espiritual? Hemos pasado tiempos
mas animados y otros menos entusiasmados, hacemos casi nada y el Señor se queja: "Pero tengo contra ti que has dejado tu primer
amor." Ap. 2:4
Un
año nuevo es como un libro en blanco, que contiene 365 paginas en las que tenemos que escribir hechos, palabras
y actitudes. Preguntémonos ¿que vamos a escribir en este nuevo año que se aproxima? Recodemos las palabras de Jesucristo cuando
dijo: "Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en día del juicio. Mateo
12:36. Del juicio estamos libres por la obra redentora de Jesucristo, si deberás le hemos aceptado como salvador, ¿no
escribiremos cosas mejores que el año pasado? Para eso nos conviene borrar lo malo y defectuoso de nuestra vida, el Salmista
David decía: "Lávame mas y mas de mi maldad y límpiame de mi pecado" Salmo 51:2.
Estoy
seguro que ninguno tiene un horrible crimen en su cuenta, porque ya ha sido perdonado por el sacrificio de Cristo en
el calvario, pero tenemos muchas cosas que no nos gustará encontrar en el tribunal de Cristo, defectos de carácter,
pereza, cansancio espiritual, orgullo, rencor, frialdad. El apóstol Pablo dice: Si, pues, nos examinásemos a nosotros
mismos, no seriamos juzgados. 1 Co. 11:31. Eso nos proporcionaría mayor riqueza espiritual y mayores responsabilidades o deberes
honrosos.
¿Cual
es la razón de examinarnos?
La
brevedad de la vida. "El hombre como la hierva son sus días; florece como la flor del campo, que pasó el viento por ella,
y pereció, y su lugar no la conocerá mas. Salmo 103:15-16.
Vemos
también la misericordia de Dios sobre las familias que le temen. Dios nos conoce y sabe que necesitamos de su ayuda.
Comencemos,
pues, a dar gracias por todo lo que recibimos el año pasado y demos gracias por las cosas que recibiremos este nuevo año.
Comencemos a escribir en las páginas de nuestra vida lo que a Dios le agrada.
Que
la paz de Cristo Jesús llene sus corazones, y que el próximo año sea de mucha prosperidad para cada uno de ustedes.