Te amo, oh Jehová, fuerza mía. (Salmo
18.1)
Jesús le respondió: El primero es: Escucha,
Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda
tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que
estos dos. (Marcos 12.29-31)
Un mandamiento nuevo os doy: que os améis
los unos a los otros. Como os he amado, amaos también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tenéis amor los unos por los otros. (Juan 13.29-31)
Habéis oído que fue dicho: Amarás a tu
prójimo y aborrecerás a tu enemigo.
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos,
y orad por los que os persiguen; de modo que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, porque él hace salir su
sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué
recompensa tenéis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? (Mateo 5.43-46)
Por tanto, como escogidos de Dios, santos
y amados, vestíos de profunda compasión, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia, soportándoos los unos
a los otros y perdonándoos los unos a los otros, cuando alguien tenga queja del otro. De la manera que el Señor os perdonó,
así también hacedlo vosotros. Pero sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. (Colosenses 3.12-14)
Lea estos pasajes
relacionados:
DEUTERONOMIO 6:4-6; JUAN 14; 15; 12:15-17; 1 CORINTIOS 13; 1 JUAN 4:7-21;
1 PEDRO 4:7, 8
Volver a Marzo