¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación? ¿Angustia? ¿Persecución? ¿Hambre? ¿Desnudez? ¿Peligros? ¿Espada? Como está escrito:
Por tu causa somos muertos todo el tiempo;
fuimos estimados como ovejas para el matadero. Más bien, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel
que nos amó. Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni
lo porvenir, ni poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es
en Cristo Jesús, Señor nuestro. (Romanos 8.35-39)
Y nosotros hemos conocido y creído el
amor que Dios tiene para con nosotros.
Dios es amor. Y el que permanece en el
amor permanece en Dios, y Dios permanece en él. En esto se ha perfeccionado el amor entre nosotros, para que tengamos confianza
en el día del juicio: en que como él es, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor
echa fuera el temor. Porque el temor conlleva castigo, y el que teme no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros amamos,
porque él nos amó primero. (1 Juan 4.16-19)
Lea estos pasajes
relacionados:
DEUTERONOMIO 7:7-11; 10:14, 15; JUAN 3:16-19;
ROMANOS 5:8-11; EFESIOS 2:4-10
Volver a Febrero