Entonces Jehová respondió a Job desde
un torbellino y dijo: ¿Quién es ese que oscurece el consejo con palabras sin conocimiento?
Cíñete, pues, los lomos como un hombre;
y te preguntaré, y tú me lo harás saber:
¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la
tierra?
Házmelo saber, si tienes entendimiento.
¿Quién determinó sus medidas?
Porque tú lo debes saber.
¿O quién extendió sobre ella un cordel?
¿Sobre qué están afirmados sus cimientos?
¿O quién puso su piedra angular, cuando
aclamaban juntas las estrellas del alba, y gritaban de júbilo todos los hijos de Dios? Jehová continuó y dijo a Job: ¿Desistirá
el que contiende con el Todopoderoso? El que argumenta con Dios, que responda a esto.
Entonces Job respondió a Jehová y dijo:
He aquí que yo soy insignificante.
¿Qué te he de responder?
Pongo mi mano sobre mi boca.
Una vez hablé y no volveré a responder;
aun dos veces, pero no continuaré.
Entonces Jehová respondió a Job desde
el torbellino y dijo: Cíñete, pues los lomos como un hombre; yo te preguntaré, y tú me lo harás saber;
¿Acaso invalidarás mi juicio?
¿Me condenarás a mí para justificarte
tú? (JOB 38:1-7; 40: 1-8)
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relacionados:
SALMO 30; JOB 38—41; HABACUC 1:1—2:1; ROMANOS 9—10
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