Dijo Dios: «Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en el firmamento de los cielos». Y creó Dios los grandes monstruos marinoso y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y los bendijo Dios, diciendo: «Fructificad y multiplicaos, llenad las aguas en los mares y multiplíquense las aves en la tierra». Y fue la tarde y la mañana del quinto día. (Génesis 1.20-23)

¡Cuán numerosas son tus obras, o Jehová! A todas las hiciste con sabiduría; La tierra está llena de tus criaturas. Este es el mar grande y ancho, en el cual hay peces sin número, animales grandes y pequeños. Sobre él van los navíos; allí está el Leviatán que hiciste para que jugase en él. Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo.

Tú les das, y ellos recogen; abres tu mano, y se sacian del bien. (SALMO 104.24-28)

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SALMO 104:11-18; 148:7-12; MATEO 6:25-33; 10:29-31; APOCALIPSIS 5:11-13

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