4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. (Salmo
23.4) RV1960
En la vida, las personas pasan por dificultades que las hacen sentir desfallecer.
Los problemas afligen el alma de los que no conocen la paz que se encuentra en nuestro amado Dios. En este versículo, el salmista
David estaba pasando por dificultades muy terribles en su vida, pero él no se enfocaba en esas dificultades; al contrario
lo vemos exclamar con tanta seguridad las siguientes palabras: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré
mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu callado me infundirán aliento”.
La seguridad de que nuestro Dios esta con nosotros nos hace mirar a través
del problema, miramos mas allá de esa dificultad, miramos la paz, la felicidad, el éxito que nos espera cuando el valle de
la dificultad.
La seguridad del rey David era que Dios estaba con él en ese valle de sombra
de muerte, David decía: “No temeré mal alguno, porque tu estarás conmigo;… ¡cuanta seguridad había en la vida
del salmista para declararse en victoria aun medio de las dificultades! Tu también debes tener la confianza de que Dios esta
contigo hoy y siempre, en cada momento de tu vida Dios esta contigo. El es nuestro pastor que nos guía por senderos de justicia
y nos da aliento y esperanza, tranquilidad, paz, confianza. ¡Oh, que bueno y amoroso es nuestro Dios! ¡Sigue adelante, sigue
caminando a través del valle que la victoria es grande!
Hay que sacar de nuestro corazón el celo, la amargura, el resentimiento,
la desconfianza, y declarar esa grande verdad que exclamó el salmista. Dios ya te dio la victoria, declárala en tu vida, tú
naciste para vencer, para tener éxito, para ser feliz, sonríe a la vida que Dios
está contigo.
Ora conmigo:
Amado Dios que estas en gloria gracias por darme fortaleza en medio de las
dificultades, por la fe y seguridad para estar firme en el nombre de Jesús amen.
Bendiciones.
Hno. Fredy Monterroza.