El Día de Acción de Gracias, se celebra en los Estados Unidos, los
cristianos dan gracias a Dios por lo recibido. Ese día recibí el Salmo 100, pero estoy plenamente convencida de que todos
los días son de acción de gracias. Por eso te lo envío, y te recomiendo que no te olvides alabar a Dios todos los
días, a pesar de todo, porque la victoria para todo lo que enfrentes ya fue ganada en la cruz del Calvario. Al levantarte
ofrécele la alabanza que le ofrecía David: “Bueno es alabarte oh Señor, y cantar a Tu nombre. Anunciar por la mañana
Tu misericordia y Tu fidelidad cada noche.” Haz de esto un hábito. Dios quiere que aprendamos a llamar las cosas que
no son como si fuesen, porque así lo hace Él.
Cuando
no tengas ganas de alabar a Tu Dios, también imita al rey David que le ordenaba a su alma alabarlo:
¡Alaba, alma mía, al Señor!”
(Salmo 146:1)
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de
mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
salvación mía y Dios mío.”
(Salmo 42:5,11; Salmo 43:5)
Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
Servid a Jehová con alegría;
Venid ante su presencia con regocijo.
Reconoced que Jehová es Dios;
El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.
Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia,
Y su verdad por todas las generaciones.
(Salmo 100)
David fue el rey que más batallas peleó y las ganó porque aprendió
este gran secreto: Alabar a Dios en medio de cualquier situación. Cuando lo hacemos, estamos bajando a Dios a la tierra, porque
Él habita en medio de las alabanzas de Su pueblo. Estás colocando a Jesús en medio de tu situación, ¡¡¡y Él seguro que la
resuelve!!!
Feliz Navidad y las mejores bendiciones para el Nuevo Año.
Con el mayor aprecio en Cristo Jesús, nuestro común Salvador y Señor,
Nilda E. Sassaroli
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