¡El niño más maravilloso del mundo entero!
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el
principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”
(Isaías 9:6).
“Y en su vestidura
y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES” (Apocalipsis 9:11-16).
Un niño nacido de mujer, tan humano como cualquiera de nosotros, que
nació en un pesebre, sin nada, que trabajó como carpintero con su padre adoptivo,
y que cuando decidió darse a conocer, también eligió no tener nada, aceptando morir en una
cruz, símbolo de maldición,
¡Revolucionó el mundo!!!!
¡Pero no lo hizo con armas, sino
con Sus obras!!!
Sanó enfermos, resucitó muertos,
consoló a los afligidos, dio de comer a multitudes, y transformó la cruz, símbolo de maldición, en
un símbolo de bendición, de salvación, de poder, y de transformación.
Ese niño que hoy es hombre y está
sentado a la diestra del Padre, venció a la muerte, venció al mundo, y venció al diablo,
y aún hoy sigue transformando vidas y revolucionando el mundo porque
Dios quiso mostrarles a los hombres que Su
poder y Su amor son más poderosos que todas las armas que el hombre pueda haber inventado, y más poderosos que todos los ejércitos del mundo juntos.
Dios puso sobre ese niño el principado y llamó Su nombre:
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Y en Su vestidura y en Su muslo Dios escribió el nombre:
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
Sí, Dios le demostró a los hombres que Él no necesita nada de cuanto existe
en el mundo,
¡Para mostrar Su poder y darse a conocer!
Y el poder de ese Dios vive en el corazón de todos los que se atreven a creer en Él y reconocerlo como Señor y Salvador!
¡Así de maravilloso es el Dios de los cristianos!
¡Así de maravilloso es el Salvador de mundo!
¡Dios te bendiga y se haga conocido en tu corazón!!!
Nilda E. Sassaroli