Mateo 6:5-13
5Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas
y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
7Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería
serán oídos. 8No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro
Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. 9Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino,
y el poder, y la gloria,
por todos los siglos. Amén.
Introducción:
El Padre Nuestro es una oración muy conocida. No importa cual sea la edad del creyente, esta
es una de las primeras oraciones que se les enseñan todos. Todos podemos recordar a nuestra maestra de escuela dominical quién
nos la enseñó.
Muy a menudo algunos piensan que esta oración es simplemente para ser repetida vanamente como
si tal acción tuviera algún tipo de efecto. Esta oración nos sirve como un modelo el cual se ha de seguir cuando vamos a orar
a nuestro Dios y Padre. Los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara a orar y así lo hizo, Jesús les dijo que oraran
así, y les dijo el Padre Nuestro.
Usted cree que Jesús quiso decir a sus discípulos que siempre repitieran lo mismo a Dios cuando
oraran. Yo no creo eso. La repetición de palabras no lleva en sí ningún poder. Algunas religiones, aunque muy bien intencionadas,
dicen a sus miembros que para recibir perdón o ser escuchados por Dios necesitan repetir tantas o más veces algún tipo de
oración que alguien ha compuesto. Eso es un engaño.
La oración es una forma de adoración a Dios. Cuando oramos buscamos llegar a la presencia
de Dios, buscamos llegar a su corazón. Para llegar al corazón de Dios se requiere más que buenas intenciones. Jesús dijo que
el Padre busca adoradores que le adoren en Espíritu y en Verdad. La oración incluye esto. El mismo apóstol Pablo escribió
a los Efesios sobre la necesidad de orar en el Espíritu.
Orando en todo tiempo con toda oración y suplica en el Espíritu, y velando en ello con toda
perseverancia y suplica con toda perseverancia y suplica por todos los santos. Efesios 6:18
Para orar en el Espíritu necesitamos tener un buen entendimiento de lo que encierra la oración.
Jesús nos dejó un buen ejemplo de lo que es o debe estar incluido en la oración para que sea una oración de la cual Dios se
agrade. A continuación estudiamos un bosquejo de "El Padre Nuestro" el cual explica cada una de las partes de esta oración
a la luz de la Sagrada Escritura.
Padre Nuestro
No puede haber Padre sin Hijo(s). Todos los seres humanos No SON hijos de Dios. Las personas
tienen la creencia de que todos los seres humanos son hijos de Dios y que por consiguiente todos somos hermanos. En cierto
modo esta creencia es verdad pero solamente desde un punto de vista amplio en la aplicación:
Porque en él (Dios) vivimos, y nos movemos y somos; como algunos de vuestros propios poetas
también han dicho: Porque linaje suyo somos. Hechos 17:28
Pablo dice a los Atenienses que todos los humanos somos linaje de Dios, pero eso es desde
el punto de vista en el cual todos somos hechos a la imagen y semejanza de Dios. Tenemos un espíritu, tenemos conciencia moral
de lo bueno y lo malo y tenemos cierta libertad de actuación y control para funcionar y tomar decisiones. Y dijo Dios, hagamos
al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Génesis 1:26
Ahora, desde el punto de vista estricto la Biblia misma nos indica lo contrario. Solamente
aquellos que creen en Cristo y le reciben son hechos hijos de Dios:
Mas a todos los que le recibieron, los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de varón sino de Dios. Juan 1:12
Estos son los verdaderos hijos de Dios. Los que son engendrados por El de su propia voluntad. No por voluntad
humana. El apóstol Pablo dice a los romanos que solo los que son guiados por el Espíritu son hijos de Dios: Porque los que
son guiados por el Espíritu, estos son hijos de Dios. Romanos 8:14. Juan también dice: Y sabemos que Dios no oye a los pecadores;
pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ese oye. Juan 9:31.
Lo más interesante de esto es que Dios dice que el no oye a los impíos. El solo oye a sus
hijos. La única ocasión cuando Dios oye al impío es cuando este clama a El arrepentido pidiendo perdón por su pecado.
Dios es padre no solamente mío en un sentido individual sino que también es padre "nuestro"
en un sentido corporal. Cuando nos dirigimos a Dios en oración lo hacemos como "uno" de sus hijos. Debemos mantener claro
que Dios es Padre de todos.
Esta frase nos debe recordar que debemos pensar en otros cuando oramos. Que no debemos pensar
egoístamente pidiendo a Dios solo lo que necesitamos nosotros y nuestra familia olvidándonos de los demás. El creyente en
su oración debe interceder por los demás miembros del cuerpo de Cristo que son tan hijos de Dios como lo es él o ella.
Que estas en los cielos
¿Dónde está Dios? La Biblia nos enseña que Dios es "Omnipresente", él esta en todas partes.
Esta, según dice el Salmista en todo lugar, no hay un lugar donde el hombre pueda irse que Dios no está presente.
David dijo: Donde me esconderé de tu presencia. No solamente está Dios en todas partes sino
que mora individualmente en cada uno de nuestros corazones.
El que me ama, mis palabras guardará y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada
con él. Juan 14:23
Aún con todas estas declaraciones, Dios tiene su morada en los cielos. Aunque Dios se nos
presenta como un Padre que está a nuestro alcance y que desea comunicarse con sus hijos, también deja saber que está por encima
de nosotros. Dios no está a nuestro nivel, Su morada esta en los cielos. El hijo de Dios debe mantener siempre en su mente
de que aunque Dios es su padre y está dispuesto a ayudarle en todo, debe ser tratado con respeto, pues está por encima de
todo.
Santificado sea tu Nombre
Adoración y Reconocimiento. Ese es el énfasis en esta frase. Jesús les dice a sus discípulos
que Dios es Santo, que su nombre es Santo. Él es santo y debemos entenderlo muy claramente. Es necesario entender que Dios
es santo y demanda santidad. El mínimo nivel de santidad que Dios requiere de sus hijos es la perfección. Dios demanda que
sus hijos se interesen por ser como él es. Jesús dijo: Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestros Padre que está en los
cielos es perfecto. Mateo 5:48
El nombre de Dios ha de tenerse siempre en alta estima. Dios no dejara de castigar a quién
tome su nombre en vano. El quinto mandamiento dice: No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará Dios por
inocente al que tomare su nombre en vano. Éxodo 20:7
Cuando oramos debemos mantener el hecho de que Dios es santo y su nombre es santo. Debemos
recordar que él merece toda Gloria y toda honra. A Dios se le debe adoración pues solo él la merece. Dios desea adoradores.
Debemos de dedicar tiempo para adorar a Dios en nuestras oraciones. Es fácil pasar por alto esta parte tan importante de la
oración e ir directamente a pedir a Dios por nuestra necesidad, por nuestro problema o por nuestros deseos. Sin embargo, Dios
desea que le adoremos.
Cuando dedicamos tiempo para adorar a Dios entendiendo quién es él, verdaderamente, entonces
entendemos que no importa cual sea la situación la cual estemos pasando él cuidará de nosotros.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su Justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:33
La prioridad mayor en el creyente debe ser buscar a Dios por quién él es, no por lo que puede
darle.
Venga tu Reino
El reino de Dios se ha acercado Mateo 4:17. O sea rogamos que el reino de Cristo se extienda y que venga el
Rey que reinará en el universo en su segunda venida. Jesús dijo: ciertamente vengo en breve. Apo. 20:20. ¡Cristo es Rey y
Señor!
David no subió a los cielos; pero el mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra
hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús
a quién vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Hechos 2:34
Jesús estará sentado en su trono celestial reinando y dominándolo todo y no se moverá de su
silla hasta que haya puesto todo enemigo y poderío debajo de sus pies.
Cristo resucitado de entre los muertos fue sentado a la diestra de Dios Padre, sobre todo
principado, autoridad, poder, señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo sino también en el venidero;
y sometió todas las cosas bajo sus pies y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia… Efesios 1:20-22
El apóstol Pablo dice referente a este evento de Cristo sentado como Rey a la diestra del
Padre, dice: Porque es preciso que reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 1 Corintios 15:23
La Iglesia tiene la responsabilidad de que el reino invisible de Cristo se haga visible en
la tierra. Que las personas vengan a formar parte de su reino. Esto sucede cuando el evangelio es predicado y las personas
nacen de nuevo. Nadie puede ver el reino de Dios si no ha nacido de nuevo Juan 3:3.
El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo. Colosenses
1:15
Sea hecha tu voluntad
Hacer la voluntad de Dios es importante. El creyente
debe anhelar que la oración sea la voluntad de Dios en su vida como también en
la vida de los demás. Que la obediencia de parte de su pueblo sea real y sus mandamientos sean guardados. Que el evangelio
del reino sea predicado y su pueblo sea edificado.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cual es la voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2
La Biblia esta llena de instrucciones acerca de como debemos conducir nuestra vida. Es importante
oír la Palabra pero mucho más importante es ser hacedores de la Palabra.
La voluntad de Dios, es que seamos hacedores de la Palabra. No podemos orar, "hágase tu voluntad"
si no estamos viviendo en esa voluntad. La voluntad de Dios se hará en la tierra cuando las personas
estén dispuestas a obedecer y no a poner excusas.
Pero
sed hacedores de la Palabra no tan solo oidores Santiago 1:22
El que tiene mis mandamientos. Y el guarda, ese es el que me ama, será amado por mi Padre,
y yo le amaré, y me manifestaré a Él. Juan 14:21
En la tierra como en el Cielo
No hay duda de que la voluntad de Dios se hace en el cielo. En el cielo, los Ángeles adoran
a Dios sin cuestionarle. Sin embargo en la tierra, el hombre cuestiona todo. Aún los creyentes cuestionan las enseñanzas más
simples de la Biblia. Todo lo que el hombre desea hacer es su voluntad y no la voluntad de Dios.
La única manera que la voluntad de Dios sea hecha en el cielo como en la tierra, será cuando
comencemos a aceptar esta voluntad revelada en su Palabra y pongamos nuestras ideas y conceptos a un lado.
El pan
nuestro de cada día, dánoslo hoy
De la misma manera que Dios cuida de los animales del campo, de la misma manera que Dios cuidó
de su pueblo en el desierto (Salmo 105), así Dios cuida de sus hijos. Dios desea que le pidamos el pan diario, es decir: Hoy.
Dios nos ha dado el día de hoy como un presente. Mañana quizás no llegue. Confiemos en Dios, quién es poderoso para darnos
nuestro pan de cada día.
El apóstol Pablo dice: Mi Dios, pues suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas
en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19
Como creyentes debemos confiar en Dios. Él está al tanto de todo lo que nos hace falta y desea
suplir en nuestra vida cada necesidad. La relación con Dios debe ser diaria, si queremos ver la bendición de cada día. Talvez
usted nunca llegue a ser millonario pero si le es fiel ha Dios y es obediente y hace su voluntad, entonces podrá decir como
dijo el salmista: Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su simiente que mendigue pan. Salmo 37:25
Perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores
Esta es la parte más seria de esta oración. Muchos al orar saltarían esta parte si supieran
y meditaran sobre lo que se esta diciendo. Estamos diciendo a Dios que nos perdone nuestras faltas de la misma manera y al
mismo grado que nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
Talvez alguien pueda discutir sobre todas las razones para no perdonar a alguien. Puede haber
muchas buenas razones para que una persona no perdone a otra, pero ninguna debiera ser tan buena como para evitar que el perdón
de Dios llegue a su vida.
Dios
no perdona a quién no puede perdonar. Por favor lea la historia en Mateo 18-23-35 para un ejemplo de la severidad de Dios
contra aquellos que no pueden perdonar a sus semejantes.
Jonathan Edwards En su famoso sermón "La justicia de Dios en la condenación de los pecadores"
dijo: "Cualquier pecado es mas o menos odioso según sea el honor y majestad de quién hemos ofendido. Puesto que Dios es de
infinito honor, infinita majestad e infinita santidad, el menor pecado es de infinita consecuencia".
El perdón a los demás es algo que Dios espera de nosotros. No podemos esperar un premio por haber perdonado
ya que ese es nuestro deber. Lucas 17:10
El creyente debe pedir constantemente perdón
a Dios por sus faltas. 1 Juan 1:5-10. Y debe perdonar a otros las faltas.
La persona que no perdona las faltas a otros pone en duda su fe. Es imposible que un creyente
lleno del amor de Dios, que tiene el Espíritu Santo y que ha nacido de nuevo no pueda perdonar al que le ha ofendido.
No nos metas en tentación, mas líbranos del maligno
Dios prueba pero no Tienta. La prueba tiene como propósito el crecimiento en nuestra fe, pero
la tentación tiene como fin destruir. Es bueno pedir a Dios que proteja nuestras
vidas para que no caigamos en lazo del Diablo. Tal como Jesús pide en su Oración Sacerdotal: "no los saques del mundo, guárdalos
del mal". Juan: 17:15.
Creo
que existen dos maneras en las que Satanás puede tocarnos, Primero, sola y únicamente con permiso de Dios. Job y Pedro. Y
segundo, si se le da lugar. Efesios 4:27.
Jesús
como nuestro Sumo Sacerdote, intercede por nosotros delante del Padre en el cielo. (Hebreos 4:15)
Porque tuyo es el reino el poder y la gloria
Aunque esta porción no se haya en los mejores manuscritos, es aún así una forma apropiada
para terminar nuestra plegaria a Dios. Alabando su nombre, como comenzamos. La alabanza nunca está de más en nuestras oraciones
y Dios se agrada que le adoremos. Que mejor que terminar nuestra oración dándole gracias y reconociendo que todo lo que le
hemos pedido lo puede dar, si así él lo desea.
Bendiciones:
Hno. Fredy Monterroza.
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