III. EL PASTOR COMO LIDER
ESPIRITUAL
La investidura pastoral implica un poder, pero un poder peligroso que puede
dañar tanto al propio pastor, como a su congregacion. Solo un pastor que carece de madurez emocional y espiritual se
deja endiosar por una congregación, o por una parte de ella. Sobre todo cuando comienzan a hablar mal del pastor anterior,
y el nuevo lo toma como un halago a su persona.
Jorge A. León dice: Mi experiencia me dice que en pocos anos le estarán
contando las mismas cosas a su sucesor. Todo pastor debe recordar que cualquier
mancha que caiga sobre otro pastor, le salpica a el y a sus colegas, porque lo que esta en juego, no es lo personal, sino
la investidura pastoral. En ninguna manera quiero decir que los pastores debemos convertirnos en defensores del “gremio
pastoral”. El pecado es pecado no importa quien lo cometa. Pero, si bien
debemos odiar el pecado, debemos amar al pecador.
Las personas que gozan, morbosamente, contando detalles y anécdotas, son tan
pecadores como los que cometieron el pecado. Mi experiencia pastoral, cuando
me han hablado mal de mi predecesor en el pastoreado de una congregación, he invitado al acusador a tener un encuentro con
el pastor cuestionado en mi presencia, para conversar sobre el tema de referencia… En todos los casos, los acusadores
se han negado a hacerlo. En todo caso les he invitado a orar con el pastor aludido, como por los hermanos que han echado a
rodar comentarios que no pueden sostener frente al ministro de Dios que ellos acusan, a sus espaldas.
Hay un investidura que otorga la iglesia; y es cierto que hay un poder y dones
que otorga el Señor, ¿pero como distinguir la verdad de la mentira? ¿Como separar la autenticidad de la impostura? Como separar
la cizaña del trigo? El Señor nos dice con claridad: “Por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:16). El poder espiritual
del pastor, para ser autentico tiene que estar avalado por el fruto del Espíritu santo que es: amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, fe, mansedumbre y dominio propio. El fruto del Espíritu Santo consiste en tener todas esas virtudes juntas, no
en tener algunas de ellas. En griego no dice los frutos, sino ho karpos, o sea, el “fruto” en singular.
Por el contrario cuando se refiere a las obras de la carne, dice ta erga, o sea, “las obras”, en
plural.
*Los principios del poder del pastor deben
ser solo aquellos que proceden del amor, y esto es valido para los dones carismáticos.
El amor de Dios lo mueve a llamar a algunos seres humanos hombres o mujeres,
al santo ministerio. Ese llamado tiene objetivos. Estos no son halagos para la vanidad de algunos para que se sientan “siervos
o siervas del Señor. La vocación cristiana implica un proyecto cristiano de vida. Significa un llamado al sacrificio y servicio
al prójimo como consecuencia de una experiencia transformadora de comunión con Dios. Jesucristo dio su sangre en la cruz para ser posible la salvación de los hombres, no para halagar a los vanidosos. “El pastor debe ser un líder espiritual”.
Los futuros ministros del evangelio tienen que tomar en cuenta que no están
estudiando una carrera, sino cumpliendo una vocación, esta palabra que no siempre es bien comprendida. La vocación al ministerio
cristiano es un llamado de Dios y no la elección del candidato. Pero hay personas que entran al ministerio como un medio de
obtener prestigio y poder. Este pecado no es nuevo.
A. EL PASTOR Y LA ORACION
E. M. Bounds escribió que “grandes oraciones son la señal y sello de los grandes lideres de Dios” ¿Cual debe ser el papel de la
oración en tu vida de líder cristiano? La respuesta instantánea debe ser la misma que dieron los apóstoles, que decidieron
envolverse en dos cosas: Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Hechos 6:4
Orar era la primera prioridad para ellos y, probablemente, consumió la mayor
parte de su tiempo. Ellos podían dirigir solamente si oraban. Se dieron cuenta que su mayor responsabilidad era cubrir con
oración a la iglesia mientras ministraban la palabra. orar era tan urgente para
ellos que delegaron muchos otros deberes laicos llenos del Espíritu
Bounds dijo que cada líder “debe ser sobre
todo un hombre de oración. Su corazón debe graduarse en la esuela de la oración. Nada aprendido puede sustituir a la
oración, cuando el hombre falla en su orar. No hay fervor, no hay diligencia, no hay estudio, no hay dones que suplan la falta
de oración. Hablar a los hombres por Dios es cosa grande, pero hablar a Dios por los hombres es aun más grande. Nunca
hablara bien y con real éxito a los hombres de parte de Dios, quien no haya aprendido bien como hablar a Dios por los hombres.
Mas que esto, las palabra sin oración ... son palabras mortales”.
Necesitas una audiencia delante de Dios, antes de siquiera intentar una
audiencia con tu rebano. Ponte en la presencia de Dios, antes de pararte delante de ellos. Debes triunfar delante de Dios,
antes de triunfar delante de ellos. No estas listo para adorar con tu congregación sin antes adorar con el serafín. Únicamente cuando vienes de la presencia de Dios puedes dirigirlos a la presencia de Dios.
Recordemos la máxima de Martín Lutero “haber orado bien es haber
estudiado bien. Lleva los nombres de la pequeña manada sobre tu pecho como lo hacia el sacerdote. Lucha por el inconverso”.
En tu calidad de líder cristiano, no debes solamente seguir el ejemplo apostólico
sino que tu mismo debes ser todo un ejemplo de oración para tu rebano. Charles Spurgeon decía: “Naturalmente el predicador esta por encima de
todos los demás, distinguido como hombre de oración. El no ora como cristiano común y corriente, de otro modo seria un hipócrita.
Ora mas que los cristianos comunes y corrientes, de otro modo seria descalificado del oficio que ha emprendido”.
Cuando le preguntaban a Spurgeon el secreto de su éxito, respondía “¡trabajo
de rodillas! ¡trabajo de rodillas!” Finney explicaba: “Respecto a mi propia experiencia, diré que, a menos que
tenga un espíritu de oración, nada puedo hacer. Si perdiera por un día, o por una hora, el espíritu de gracia y suplica, me
encontraría incapaz de predicar con poder y eficacia, o de ganar almas por medio de la conversación personal”.
Andrew Murray preguntaba: “Por que miles de cristianos al rededor de todo
el mundo no ejercen mayor influencia? Nada salvo esto: La falta de oración de
sus servicios.... Nada, sino el de no orar, que causa la falta de una vida espiritual poderosa”.
Establecer un estilo de vida de liderazgo, conlleva a ser constante en
oración, con toda seguridad, es el elemento mas decisivo de tu éxito espiritual.
Nunca serás un líder más grande que tus oraciones.
Puedes tener éxito aparente sin una vida
fuerte de oración; sin embargo, el valor eterno de ese éxito y tu recompensa eterna dependen de que vivas orando. Todo éxito
que se aparte de la dimensión espiritual es como casa construida sobre arena. Si
en tu calidad de líder debes ir adelante de tus seguidores en todo, debes ser
el modelo y líder de oración por sobre todo.
Que Dios haga de cada líder un Elías que ora. El grito de Spurgeon era: “Oh,
quinientos Elías, cada uno en su Carmelo, clamando a Dios, y pronto tendremos las nubes que revientan en lluvia. Oh, mas oración,
mas constancia... y mas fidelidad”.
Tu vida de oración es una clara revelación de la medida en que eres persona
de Dios y líder espiritual. Nunca serás más importante ente los ojos de Dios
que tu vida de oración. Ninguna parte de tu ministerio será mas recompensada en la eternidad. El
valor eterno de todo lo demás que hagas depende de que vivas orando.
Bendiciones.
Hno. Fredy Monterroza.